LA ESTACIÓN DE FERROCARRIL: SU ORIGEN Y SU REHABILITACIÓN
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No hace mucho encontramos un libro editado por la Consejería de Cultura y la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura sobre actuaciones de restauración del patrimonio en la región en el que se detallaba el proyecto de rehabilitación de la estación de ferrocarril de Hervás, en 2002, para convertirlo en Centro de Interpretación del Ferrocarril y Albergue. Trasuntaremos en esta entrada la información recogida en este libro (Extremadura Restaura), pero aprovecharemos para aportar alguna información -tampoco es abundante la información existente- sobre la construcción de esta estación a finales del siglo XIX.
Debemos recordar que la estación del ferrocarril de Hervás se debió construir entre 1888 y 1892 (aprox.). Fue en agosto de 1892 cuando llegó a nuestro pueblo la primera maquinaria ferroviaria, la balastera Zamora. La inauguración festiva en Hervás se produjo el 1 de agosto de 1893, en tanto que la inauguración oficial de la línea fue algo más tardía: el 26 de julio de 1894.
No hay -no hemos encontrado- mucha información sobre la construcción e inauguración de la estación de ferrocarril de Hervás. Las actas de acuerdos municipales del Pleno de Ayuntamiento de Hervás nos dan algunas pistas, aunque no demasiadas. Sabemos a través de un documento de ratificación de ofrecimiento del Ayuntamiento a la Compañía concesionaria del ferrocarril -sesión extraordinaria pleno de Ayuntamiento de 8 de abril de 1888-, según estipulaciones verbales con el Director Sr. Bespide y el representante de la Compañía, Sr. Celdrán, las concesiones del Ayuntamiento están sujetas a las condiciones de que "[...] la estación se halla de emplazar en la Peña de los Lagartos o sitio próximo a la misma en que sea posible, no quedando nunca a más de un kilómetro del pueblo y a que el trazado no sufra dentro del término municipal de Hervás ninguna variación de como figura en el estudio o plano que sirvió de base a la subasta de la línea [...]".
Por lo tanto, este documento nos aporta la información de que la primera intención de Ayuntamiento fue construir la estación de ferrocarril de Hervás en el sitio de la Peña de los Lagartos. Sin embargo, la estación dicha estación se construirá, finalmente, en un espacio acondicionado en el sitio de La Cerecilla.
No hemos encontrado documentación intermedia que hable de un cambio de ubicación de la estación, pero en 1890 se está tratando sobre la construcción de los caminos de acceso a una estación que tiene ya la nueva ubicación. El acta de pleno de 30 de noviembre de 1890 está tratando sobre proyectos de carreteras presentados por D. Eduardo Valdés: "los proyectos de carreteras que se le tenían encargados estudiará el uno por la parte del Robledo a enlazar con la estación de la vía férrea y el otro a la calle de los Esquiñones hasta la referida estación". Sabemos, por tanto, que en 1890 la estación se está construyendo ya en La Cerecilla.
El mismo acta del 30 de noviembre indica: "fueron examinados los proyectos presentados por el Sr. Valdés y desde luego la Corporación los aceptó por unanimidad por ser indudable que dichos estudios de carreteras satisfacen las necesidades de la localidad."
Así pues se cambió la ubicación inicial de la estación de ferrocarril desde el sitio de la Peña de los Lagartos hasta otra ubicación en el sitio de La Cerecilla, donde hubo de adaptarse el terreno con un aterrazamiento de la zona, que originó un mirador excepcional hacia la población. No hemos encontrado una explicación justificada de este cambio de ubicación aunque nuestras sospechas indican que una de las posibles razones, quizá no la única, esté relacionada con el crecimiento demográfico que estaba experimentado la población hervasense en la segunda mitad del siglo XIX como consecuencia del innegable desarrollo de su industria textil. En el acta ordinaria de pleno de Ayuntamiento del día 16 de noviembre del mismo 1890 indica el Secretario que, a instancias del alcalde, D. Eduardo Martín Asensio, la reunión tenía por objeto hacer ver: "Primero: que en esta localidad se carece del número de casas necesarias para albergarse en ellas el número de almas que existen en la localidad, siendo esto perjudicial a la salud pública, por que se ven obligados los vecinos a vivir hasta tres y cuatro en una misma casa -recuérdese que el concepto vecino en aquellos tiempos equivalía a cabeza de familia- sin condiciones higiénicas de ninguna clase, por lo que la Ilustre corporación debe adoptar el medio que crea conveniente para evitar los males que con tal objeto pueden sobrevenir [...]". Más adelante, en el mismo acta se indica que "por unanimidad acordó al primer particular que es de todo punto indudable lo manifestado por el Sr. Alcalde, razón por la que debe procederse al ensanche de la población, el que debe tener lugar en el sitio denominado Peña de los Lagartos, a cuyo efecto una comisión de ornato público debe pasar a dicho sitio y señalar el terreno que han de ocupar las casas que se construyan, y una vez que dicho terreno esté designado acordará la Ilustre corporación el número de metros que se ha de ceder para cada vivienda o casa [...]".
Este acta de 16 de noviembre de 1890 aporta, creemos, una información muy valiosa: ante el crecimiento de la población de Hervás y la necesidad de ampliar el espacio urbano se elige el sitio de la Peña de los Lagartos para diseñar el ensanche de la población (curiosa decisión teniendo en cuenta que, por esa zona SW de la población las viviendas del casco consolidado debían terminar en torno al Parador de San Antonio -por debajo del edificio central del actual IES Valle del Ambroz-, alejado unos 500 metros del lugar elegido en la Peña de los Lagartos). Creemos que esta decisión debía estar pensada con anterioridad y que, por ello, se decidió -al menos sería una causa- no construir la estación en esa Peña de los Lagartos y trasladarla al sitio de La Cerecilla.
-Este plano nos ofrece el nombre de los propietarios de terrenos sobre los que se construyó la estación y cuyos terrenos serían expropiados: Baltasar López (Huerto de frutales-Riego), Cándido Blázquez (Prado-Riego), Pedro López (Huerta-Riego), Capellanía de Hervás (Prado-Riego), José Matas (Huerto-Riego)-.
La estación de ferrocarril de Hervás era una de las estaciones de 3ª clase que se construyeron en la línea Palazuelo-Astorga (se construyeron un total de catorce estaciones de 3ª clase). Esta clasificación atendía a la importancia de los núcleos de población por los que transcurría la vía: así sólo se construyeron dos de 1ª clase, las estaciones de Salamanca y Zamora y cinco de 2ª clase: Palazuelo-Empalme, Plasencia, Béjar, Benavente y Astorga -la vía hasta Astorga se completaba con 15 estaciones de 4ª clase y 12 apeaderos-.
Como hemos indicado, el sitio de La Cerecilla debió ser acondicionado y aterrazado: quedando una vista esplendida hacia la población -con la iglesia de Sta. María dominando el conjunto urbano- para todo aquel viajero que llegaba a la población: una magnífica puerta de entrada a un núcleo que bullía en desarrollo demográfico, urbano y económico debido a su pujante industrial textil.
En el centro de la estación se ubicaba el edificio de viajeros en el que una puerta arqueada daba paso a la sala de espera y despacho de billetes; a un lado y otro de este espacio central las necesarias oficinas y dependencias para uso del personal y la vivienda del jefe de estación. Otra puerta arqueada daba acceso al andén.
El edificio más grande del conjunto era el de los muelles y almacenes. Edificio sobreelevado del nivel de las vías para facilitar la carga y descarga, estaba techado a dos aguas con un importante alero para proteger a los trabajadores de las inclemencias climáticas.
Finalmente, el retrete, con agua corriente y la lógica separación entre señoras y caballeros, se situaba, respecto del edificio de viajeros, en el lado opuesto de edificio de muelle y almacén, en el inicio hacia el camino por la calle de los Esquiñones que llevaría al centro de la población.
Una vez comentado el origen y construcción de la estación, trasuntaremos a continuación, como indicamos, el informe aparecido en el libro Extremadura Restaura sobre el proyecto de rehabilitación de la estación de ferrocarril de Hervás, en 2002, para convertirlo en Centro de Interpretación del Ferrocarril y Albergue. El proyecto está firmado por los arquitectos Luis Acevedo Bruno y Benito Jiménez González y tuvo una inversión ligeramente superior a los 300.000 euros.
REHABILITACIÓN Y REFORMA DE LA ANTIGUA ESTACIÓN DE FERROCARRIL DE HERVÁS PARA SU USO COMO
CENTRO DE INTERPRETACIÓN DEL FERROCARRIL Y ALBERGUE DE LA VIA DE LA PLATA EN HERVÁS
ESTUDIO HISTÓRICO Y DOCUMENTAL
El trazado del ferrocarril denominado Astorga-Palazuelo, inaugurado en agosto de 1892, supuso la creación de una vía que seguía el primitivo trazado de calzada romana de la Vía de la Plata, y que era transversal a la red de comunicaciones radiales, propias de un estado centralista como era el español a finales del siglo XIX. El itinerario, superados múltiples problemas, se mantuvo en uso unos 90 años. A inicios de 1985 tuvo lugar la supresión definitiva del tráfico de pasajeros y mercancías, con ellos el trazado férreo y las instalaciones a él asociados, comenzarán un lento proceso de destrucción que, sin ser irreversible, aún no ha sido atajado. La creación de la red Astorga-Palazuelo supuso un sensible despegue para las economías de la zona norte extremeña a finales del siglo XIX. La década final del siglo XX y los inicios del siglo XXI han de servir para aprovechar el patrimonio ferroviario y dedicarlo a otros usos.
El edificio se encuentra situado en la zona este del núcleo urbano, en una situación topográfica más elevada que el resto del municipio, en las postrimerías de la sierra, en la calle Paseo de la Estación s/n, en la antigua carretera de la Cerecilla de Hervás. Su ubicación permite que las vistas desde su entono sean de toda la localidad desde un lugar de más cota, estando a su vez relacionado con la naturaleza por encontrarse cercano a la abundante vegetación de la montaña.
DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO
Se trata de dos edificios con estructura y forma muy generalizada en todas las estaciones de Renfe. Este tipo de estaciones cuenta con dos inmuebles, uno de una planta y poca altura para viajeros, y otro, tipo almacén, para carga, descarga y almacenaje del material de transporte de trenes. Las construcciones son paralelas a las vías del tren y se encuentran integrados en un complejo, cuyo uso como estación de viajeros y transporte de mercancía ha estado vigente hasta 1985. Estos inmuebles están muy relacionados con el entorno ferroviario, donde cada construcción y cada elemento tenían una función determinada en el complejo funcionamiento ferroviario de la estación.
EDIFICIO DE DESCARGA:
Se trata de un edificio diáfano de gran altura, a dos aguas, con aperturas de huecos en las fachadas longitudinales construidas de paramentos de piedra revocados y estructura de cerchas de madera con teja vana. El edificio tiene unas dimensiones de 20 x 11 m. aproximadamente, y paralelo al trazado del tren.
El nivel del suelo de este edificio se encuentra a 1 metro por encima del nivel de la calle exterior con objeto de facilitar la carga y descarga de las mercancías de los trenes a camiones y viceversa.
Destacan elementos como las puertas situadas en las fachadas laterales, realizadas en chapa metálica y con un sistema de apertura corredero que se recuperará para el nuevo uso del edificio.
EDICIFICIO DE VIAJEROS:
Se trata de una construcción de una planta a dos aguas rectangular, con unas dimensiones de 20 x 8 m. y con una tipología de espacios tabicados, muy propios de las estancias de viajeros de las estaciones de Renfe en España. Actualmente está compartimentado según la distribución de la función que originariamente realizaba, asó como posteriores construcciones que alteraron aún más esos espacios.
Las continuas modificaciones sufridas desde el cierre de la estación han convertido a la nave en una serie de habitaciones o dependencias sin ningún valor espacial o arquitectónico destacable, por lo que se prevé demoler todas estas reformas con el fin de recuperar un espacio formado por las fachadas y la cubierta de madera.
URBANIZACIÓN
Entre las dos edificaciones hay un espacio que corresponde a una zona de descarga terrestre y a jardín del edificio de viajeros que debe ser ordenado como espacio público.
Existe también una pequeña construcción auxiliar destinada a albergar los aseos de la estación. Es de ladrillo visto, con cubierta de estructura de madera muy característica de este tipo de construcciones. Se encuentra en la actualidad en un estado de abandono bastante grande que hace, incluso, peligrar la estabilidad de ciertos elementos.
Está prevista la rehabilitación de esta zona en una segunda fase.
El desarrollo de este proyecto parte de la base de un conocimiento global del conjunto, tanto formal como funcional, a lo largo de su historia.
El carácter funcional de este tipo de edificio ha primado siempre sobre cualquier otro valor, aunque lo que ha perdurado en nuestra memoria sea su estética y el ambiente característico de estas construcciones.
Prueba de ello es el hecho de que esta estación sea un prototipo repetido en multitud de ocasiones en otros municipios.
Con esta rehabilitación se modifican los usos originales para los que fueron creados estos edificios (excepto el de los servicios públicos). Nuestra pretensión es que, a pesar de este cambio, la configuración arquitectónica y la idea de unidad y conjunto se mantenga entre todos y en cada uno de ellos.
El muelle de carga pasa a convertirse en albergue y nuestra propuesta introduce este uso a modo de mobiliario dentro de una edificación diáfana de magníficas proporciones. Se ha estudiado la forma de que cada elemento necesario del albergue se comporte como una “caja” colocada en el muelle, recordando los embalajes que han pasado por este inmueble.
En el edificio de viajeros, dada la degradación tan grande de espacios que se ha producido en él, se ha optado por intentar potenciar los elementos de valor originales e intrínsecos del edificio (cerchas, cubierta de madera, huecos, etc.), con el fin de crear un contenedor de elementos que configuran el centro de interpretación. Este edificio está concebido para establecer en él una exposición basada en la proyección de audiovisuales, aunque también se han dejado paneles previstos para poder exponer otro material.
Entre los dos edificios anteriores se sitúa la nueva cantina en el lugar que se encontraba la original; un nexo entre las dos actividades que se desarrollan en el albergue y en el centro de interpretación. De este modo, también se consigue establecer un orden y un cierto interés en la plaza para convertirla en un nuevo espacio de uso público de estancia y relación.
En la nueva edificación se situarán la caldera y el depósito de gasoil para la calefacción, por encontrarse en una posición prácticamente centrada respecto a los dos edificios principales.
El resto de las actuaciones van encaminadas a recuperar los servicios públicos, adaptándolos a los nuevos requerimientos actuales (normativa, accesibilidad, etc.) y la adecuación del entorno próximo a las edificaciones, principalmente en lo referente a las vías del ferrocarril que se encuentran en un estado de conservación lamentable, cegadas o tapadas con tierra.
Por último, se podrían llevar a cabo diversas actuaciones, además de las previstas, dada la importancia y el interés que puede tener este eje de comunicación tradicional.
- Recuperación de los depósitos de agua, explicando o incluso recuperando el sistema de llenado de los mismo desde el “Puente de Hierro”.
- - Adecuación de la zona próxima a la edificación anexa al albergue, esta construcción debería ser demolida para ubicar en esta zona una terraza exterior con acceso directo desde la cantina.
- Adecuación del tramo de vía entre el “puente Blanco” y el Puente de Hierro creando una zona de paseo que termine en un mirador.
JUSTIFICACIÓN FORMAL
Se propone la urbanización y adecuación de todos los espacios que rodean los edificios, teniendo en cuenta que gran parte de ellos tienen la peculiaridad de ser vías de ferrocarril. Estos espacios libres tendrán un aspecto lo más cercano posible al original, no obstante en las zonas de nueva peatonalización o estancia, como la plaza o el acerado paralelo a la carretera, se ha utilizado un lenguaje arquitectónico más actual, ya que son los únicos espacios de nueva creación.
Tanto en la plaza como en los acerados anexos se ha pretendido marcar una direccionalidad ya existente en el lugar, que no es más que potenciar la dirección de las vías de comunicación que las limitan. La solución planteada es marcar una serie de líneas en el pavimento mediante traviesas de madera de ferrocarril, que a su vez sirven de encofrado perdido para el suelo elegido que tiene un acabado en tierra tratada con cal.
En estas zonas se crea un mobiliario que pretendemos que tenga un carácter ambiguo pudiendo servir como asiento, como mesa. Estos elementos surgen en la misma dirección de las traviesas, elevándose incluso desde estas.
La rampa de acceso al albergue sirve de cierre o límite de la plaza hacia la carretera con el fin de potenciar la idea de estancia que pretendemos crear.
Para esto utilizaremos también el nuevo edificio de la cantina que, aunque por exigencia de las instalaciones ha sido en gran parte absorbido por éstas, todavía queda espacio para una pequeña cantina que puede ayudar a potenciar el uso de esta plaza. El lenguaje formal de esta nueva construcción responde a una arquitectura actual, muy sencilla, sin ornamentos de ningún tipo.
El resto de actuaciones van encaminadas a la recuperación de los edificios existentes, por lo que formalmente no se modificarán exteriormente. Únicamente se restaurarán con un criterio de arquitectura actual que busca la adaptación de estos edificios de carácter industrial a los nuevos usos que van a tener para ordenar los espacios libres de parcela y el aparcamiento.
En el albergue se pretende que no se pierda la imagen general del gran contenedor que es el magnífico edificio. El diseño de las cajas busca también una línea muy sobria intentando dar una imagen abstracta de caja de embalaje.
Al interior se ha optado por mantener la simplicidad unificando acabados y tratamientos superficiales: suelos de madera, falsos techos continuos en determinadas divisiones donde se integra el vidrio con acabados transparentes y opalizados con volúmenes diferenciados en tablero de viruta orientada y un ambiente general limpio y alegre.
Nota: El texto de la primera parte de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS (la referida al origen y construcción de la Estación) no ha sido nunca publicado. La propiedad intelectual del texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro Emilio López Calvelo).
La reproducción total o parcial de este texto en alguna publicación o cartel deberá hacer constar con claridad su autoría, así como la referencia de la publicación en que hubiera sido previamente difundida por su autor. Su uso comercial queda supeditado a la expresa autorización del autor.
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