TRASUNTO

(Del lat. transumptus, part. pas. de transumĕre, tomar de otro).

1. m. Copia escrita de un original.

2. m. Imitación exacta, imagen o representación de algo.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados.


Este blog nace con vocación histórica.

En él pretendemos plasmar artículos de contenido histórico que han ido apareciendo en la Revista de Ferias y Fiestas de Hervás a lo largo de los años a los que añadiremos algunas aportaciones personales del autor del blog.

El título del blog Trasuntos de Hervás está copiado, precisamente, del título de un artículo histórico aparecido en la Revista de Ferias y Fiestas de Hervás de 1962.

Somos conscientes que una parte importante del contenido de algunos de estos artículos antigüos ha podido ser superado por estudios historiográficos más modernos que han actualizado los conocimientos sobre la historia de Hervás, aún así nos parece importante rescatarlos del olvido y hacerlos accesibles a un público interesado.

domingo, 14 de febrero de 2016

EL DUQUE D. JUAN MANUEL II Y HERVÁS

EL DUQUE D. JUAN MANUEL II ("EL DUQUE DE LA NIEVE") Y HERVÁS "SU LUGAR PREDILECTO". 

Copyright © 2016 Pedro Emilio López Calvelo

Como ya sabemos, la historia del municipio de Hervás está vinculada al Ducado de Béjar casi desde el origen del pueblo hasta 1816.

Esta vinculación al Ducado de Béjar comenzó a finales del siglo XIV con el primer duque D. Diego López de Zúñiga y, para Hervás, finalizó -como ya hemos visto en otras entradas de este blog- en 1816 durante el gobierno de la XIII duquesa Dª. María Josefa Alonso Pimentel y Téllez de Girón López de Zúñiga (era también condesa-duquesa de Benavente, título que solía anteponer al de duquesa de Béjar). 

D. Juan Manuel II de Zúñiga Sotomayor y Mendoza, XI Duque de Béjar, tomó posesión del Ducado el día 29 de agosto de 1686 cuando sólo contaba con seis años de edad. Era hijo del Duque D. Manuel I ("el Buen Duque") que había fallecido en el asalto a la ciudad de Buda, en la guerra contra los turcos. 

Como era menor de edad, ejercieron el gobierno de sus propiedades y territorios hasta su mayoría de edad su madre Dª. Alberta de Castro y su abuela paterna Dª. Teresa de Sarmiento y Cerda.


Árbol genealógico del Ducado de Béjar
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Ducado_de_B%C3%A9jar
 
El ducado de D. Juan Manuel II, desde 1686 hasta 1747, el más largo de los ducados de la dinastía de los Zúñiga, pasa por ser un ducado de transcendental importancia para los territorios sobre los que ejerció su gobierno, para la ciudad de Béjar y, también, para la población de Hervás.


Al parecer, según cuentan las crónicas de la época, fue un hombre moderno para su época que impulsó la actividad económica en sus tierras: la industria textil de Béjar experimentó un importante avance durante su gobierno ya que favoreció la fabricación de paños finos (ya durante el periodo de su minoría de edad sus regentes habían traído a los primeros maestros de Flandes para trabajar en la industria textil de Béjar), también promovió el cultivo de linos de alta calidad y creó en Madrid la Lonja de Paños Finos de Béjar. Además creó otras industrias en sus territorios -entre ellos en Hervás- y promovió la llegada de técnicos extranjeros que las desarrollaran con garantía de calidad. Por otra parte, desarrolló diferentes campos de investigación: mandó hacer estudios de la flora de comarca bejarana, trajo botánicos italianos, desarrolló cultivos de diferentes especies vegetales e importó vacas y búfalos para favorecer la actividad ganadera.




En otro campo de actuación, participó junto a los reyes de la corona española en diferentes guerras y campañas militares (Guerra de Portugal, Campañas de Extremadura y Castilla,…) y consiguió del rey para los jóvenes bejaranos la exención del servicio militar.  En 1705, cuando aún continuaba la Guerra de Sucesión entre Felipe V y el archiduque Carlos, fue nombrado miembro del Consejo de Castilla. Además, organizó el primer Archivo Ducal de Béjar.


Pero, según narra el historiador José Luis Majada en su obra “Historia de la nieve de Béjar”, el Duque D. Juan Manuel II manifestó en diferentes ocasiones su predilección por el pueblo de Hervás sobre otros lugares de la Tierra de sus dominios.

Muestra las deferencias que el Duque manifestó en beneficio de Hervás fue la ubicación de una aduana, puesto de control y fiscalización, para la nieve y un juzgado especial -un “fiel”- para asuntos relacionados con la extracción de la nieve a pesar de que muchos años llegado el mes de julio apenas se podía extraer nieve de estas sierras.


Respecto de la utilización de la nieve de la sierra, incluida como vemos la de Hervás, el Duque Juan Manuel II consiguió en 1733 del rey Felipe V, primer Borbón, el monopolio –estanco- del uso de las nieves de la sierra del Ducado, en dura competencia con la Villa y Tierra de Béjar que también pretendía la explotación de la nieve de su sierra. 
Fue en el siglo XVII cuando la nieve comenzó a considerarse en el ducado como un producto útil (antes un producto sin valor económico, pero revalorizado a partir del siglo XVI cuando se extendió el gusto por los helados y sorbetes y las bebidas frías); pero este nuevo valor que se le otorgó a la nieve provocó que la Hacienda Real gravara su uso y consumo y regulara su explotación, y que diferentes entidades se disputaran su uso y beneficio.


La administración sobre los derechos de la nieve se fue perfeccionando y materializando a través de provisiones reales que se otorgaban sobre la marcha, a medida que la casuística las planteaba. Si al principio sólo se cobraba la nieve en venta, a medida que se perfeccionó el sistema de fiscalización y control se cobró también la nieve consumida. A medida que se generalizó esta industria de la nieve a través de abastos o pozos los arrendadores de esta Renta Real la cobraban directamente a los municipios.



Tres eran los puntos del señorío de los Duques de Béjar donde se encontraba esta nieve y tres, también, las “aduanas” o puntos de control: Candelario, Becedas y Hervás. En Hervás y Becedas la nieve duraba menos tiempo en la sierra, por lo que su uso era más limitado en el tiempo. Por ello, en 1734 el Duque mandó, en julio, retirarle el sueldo al guarda de Hervásrespecto a la ninguna saca de nieve que ay por aquella parte”.



En una carta del Duque, con posdata escrita por su propia mano puede leerse:


Consistorio, Justicia y Regimiento de mi Villa de Béjar: Haviendo expedido ahora un decreto en que por él concedo a mi lugar de Hervás ciertas franquicias que por él se os manifestarán en atención al amor, celo y lealtad que les debió mi persona y casa en los años 1706 a 1710 y cuia gracia que ahora les dispenso no es en ninguna manera opuesta ni perjudicial a vuestra jurisdicción ni intereses, he de deciros que sobre su contenido evitéis cualquier representación que acerca de no poner en práctica su puntual observación se quissiere intentar assi por parte de ese consistorio como ni por la de algún individuo porque de lo contrario me serviría de la mayor desazón: Antes bien espero daros las gracias por lo que coadyuvareis a mis buenas intenciones a favor del bienestar de dicho mi lugar de Hervás. Dios os guarde muchos años. Madrid 4 de diciembre de 1731”.


(Posdata): ”No solamente espero os conforméis con mi justa resolución sino que me agradeceréis el que tenga tan en mi memoria el mérito que hicieron estos fieles y reverentes súbditos míos guardando mi Casa los años 6 y 10 quando infestaron las tropas enemigas esta Corte cuidando a lo más importante que en lo temporal tenía yo en este mundo que era el respeto y veneración a mi Casa donde se hallaban mis señoras las duquesas madre y abuela y mi mujer mientras yo seguía mi obligación con el rey nuestro señor, sirviéndose esta justicia que obró de estímulo para que aumentéis vuestros servicios y yo acumule premios a ellos. Y con el premio y castigo quiero seguir este método para constituir dichosos a mis pueblos: no digo más por no deciros menos. Duque de Béjar”.
(texto extraído de: José Luis Majada Neila: Historia de la nieve de Béjar. CES, 1981)
 
De esta posdata, añadida a mano por el Duque como hemos indicado, se deduce que las deferencias que el Duque mostró hacia Hervás estaban relacionadas con la actitud de la población de Hervás en defensa de los intereses del Duque durante la Guerra de Sucesión, que finalizó con la coronación de Felipe V, primer Borbón, de cuya parte luchó el Duque D. Juan Manuel II. Probablemente los hechos aludidos hagan referencia a la defensa que los vecinos de Hervás, armados, pudieron hacer del puerto de Baños una vez que las tropas del archiduque Carlos se habían apoderado de la ciudad de Plasencia y amenazaban con controlar la importante vía de la Plata.


La nieve era extraida de los neveros, transportada por mulos al atardecer en grandes serones cubiertos por helechos. Después se acumulaba en depósitos subterráneos preparados para recibirla (llamados pozos, pozuelos o balsas).



En el municipio de La Garganta se pueden ver aún restos bien conservados de tres de estos pozos situados a más de 1200 metros de altitud y que han sido utilizados hasta bien entrado el siglo XX. Algunas casas importantes -también conventos, cuarteles, hospitales,...- contaban con un pozo doméstico o pozuelo de nieve para guardar la nieve que compraban para uso propio.



Fotografías y esquema de pozos de la nieve de La Garganta

La nieve suministrada por estos pozos contribuía de forma importante a la conservación de las carnes y de los alimentos en general y, en verano, se fabricaban helados y se refrescaban las bebidas


Las deferencias del Duque por la nieve de Hervás provocó recelos en la Villa Ducal de Béjar según parece desprenderse de diferentes cartas y documentos entre el Duque y su Contador.



Este otro texto, redactado por el Alguacil Mayor de Béjar, hace también referencia a la nieve de Hervás:



Mem(ori)ª y Ped(iment)º por D. Francisco Dejado y Benero, Alguacil myºr en nbre. Del Sºr Duque el año de 1734 al Intendente de Badajoz Ponsic, en que haciéndole relacºn del Pribilegio declaratorio del Sºr. D. Felipe V a los duques de Béjar de pertenecerle la nieve de las sierras como suyas proprias y que ninguna persona sin su licencia pueda sacarla, le hace presente la intempestiva pretensión del recaudador general de la Renta del 5º y millón en querer precisar a la justicia de Hervás le lleve cuenta y razón de la saca de nieve de aquel pozo artificiosamente le dava este nombre pª. con el suponiéndolo con encierro anual, dugetarlo a su arriendo de este dchº. Lo que no era así sino sierras y ventisqueros en ellas que comprehendías doce leguas de circunbalación lindantes con el valle de Tornabacas, sierra realenga, Gargantilla, Jrdºn. de Plasencia, Santiago de Aravalle, Jrdºn. de Barco de Ávila a cuyos términos salian de dchªs sierras diferentes veredas que para guardarlas no bastarían 30 hombres”.
(texto extraído de: José Luis Majada Neila: Historia de la nieve de Béjar. CES, 1981).


Pero las  actuaciones que el Duque D. Juan Manuel II promovió en su lugar de Hervás no se limitaron al tema de nieve: hay otros dos aspectos importantes y bien conocidos por todos en los que la actividad del Duque produjo beneficios a nuestro municipio.

Entre 1722 y 1734, a instancias del Duque, se construyó en Hervás una enfermería para religiosos franciscanos de los conventos de Abadía (convento de la Bien Parada), Béjar y Plasencia. Al parecer, el duque aportó para su construcción 30.000 reales, mientras que el Concejo aportó 1.500 reales. Esta antigua enfermería, que atendía fundamentalmente a los muchos palúdicos que había en citados conventos -las epidemias de paludismo eran frecuentes en la época-, se situó en las afueras de la población de Hervás y, desde finales del siglo XIX, es el edificio oficial de las Casas Consistoriales del municipio.


La fachada es sencilla y elegantemente equilibrada, con portada de cantería; en su interior contiene un patio columnado de pequeño tamaño pero bien proporcionado. Este patio consta de ocho columnas apoyadas en plintos y tiene dos alturas, con arcos de medio punto en la planta baja y arcos escarzanos sobre pilastras en la planta superior, a la que se accede por una elegante escalera de granito. Las dependencias de la enfermería, hoy Ayuntamiento como hemos dicho, se distribuyen a partir de este patio central.

Entrada a las actuales Casas Consistoriales, antigua enfermería franciscana, de Hervás

 Foto antigua del patio de las Casas Consistoriales

Escudo franciscano ubicado actualmente en el muro del recreo de las antiguas escuelas de Hervás, construidas en la década de los 40 del siglo XX. 
Su procedencia pudiera estar vinculada con antigua enfermería franciscana.

Además, a la iniciativa del Duque D. Juan Manuel II se debe la instalación en Hervás de una fábrica de paños finos, como se ha citado más arriba, firmando un contrato con el británico Juan Cortés en el que se le permitía teñir sus piezas en el Tinte Ducal de Béjar. En 1734, por la intercesión del Duque, el rey Felipe V concedió a este Juan Cortés "la libertad de alcabalas y cientos en las primeras ventas de paños finos que elaboraran, exención de cargas y oficios concejiles, de levas, quintas, reclutas y alojamientos de soldados para maestros, oficiales y aprendices" de la fábrica. 

Ya antes de instalar esta fábrica en 1730, en 1723 el duque Juan Manuel II había eximido del pago de alcabalas a los paños finos procedentes de los cuatro telares existentes en la población de Hervás.


Años después, comprobando el éxito de la fábrica de paños de Hervás, el Duque D. Juan Manuel II autorizó la instalación de una caldera de tinte en Hervás, que fue gestionada por Juan López.


Como bien sabemos, a partir de esta primitiva fábrica instaurada por el mencionado Duque, la industria textil se desarrolló con éxito en nuestro municipio, manteniéndose su feliz andadura hasta mediados del siglo XX




 Antigua fotografía de las fábricas de paños de Hervás

Acabaremos esta entrada haciendonos eco de otro hecho importante para la población de Hervás y que protagonizó el Duque D. Juan Manuel II: una visita que el Duque hizo a su lugar de Hervás y que debía ser un hecho relativamente infrecuente.

A través de las Actas de Pleno de Ayuntamiento, conservadas en el Archivo Municipal de Hervás tenemos constancia de esta visita realizada en 1697.

Efectivamente, en abril de 1697 el Acta Capitular del Concejo se hace eco de que el Duque en su paso por Extremadura "viene a hacer tránsito a este Lugar. En cuya consideración y ser preciso festejar a su Excelencia y hacerle algún obsequio por ser la primera vez que viene a este Lugar su Excelencia en compañía de su señora la Duquesa (...). Se acordó que toda la Junta y los Señores de Justicia dispongan las fiestas y regalos que les pareciere para festejar a sus Excelencias y darles la bienvenida". Para todos estos eventos se acordó un gasto de hasta 2.000 reales de vellón. 

En concordancia con este acuerdo, en 1698 hay un cargo en los presupuestos de 2.272 reales de vellón -algo superior a lo inicialmente previsto- invertidos en dar realce a la visita del Duque y la Duquesa ocurrida el año anterior. El Concejo de Hervás, alagado por la visita de su Duque, organizó un recibimiento y acogida acorde con la importancia del personaje y dedicó dicho dinero "a componer caminos para que pudieran pasar los coches y regalo que se le hizo a sus Excelencias y otros muchos gastos que todo importó dicha cantidad".


NOTA: El texto de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS no ha sido nunca publicado. La propiedad intelectual de dicho texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro-Emilio López Calvelo).
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