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La noche del 29 al 30 de marzo de 1936 un incendio provocado en la iglesia de Santa María de Aguas Vivas de Hervás destruía el altar mayor con el retablo de la iglesia y parte del edificio de la misma.
Se cumplen ahora 80 años de aquel lamentable suceso, lo que justifica que dediquemos esta entrada a intentar contar cómo ocurrieron los hechos y las circunstancias que rodearon aquel incendio -aclarar previamente que en algunas publicaciones locales se indica erróneamente que este incendio se produjo durante la Guerra Civil-.
Hay que indicar que estos tristes sucesos acaecidos en el primer trimestre de 1936 hay que integrarlos dentro del clima de violencia social y política que vivió el pueblo de Hervás y, en general, todo el país durante los meses que van desde el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero del 36 hasta el mes de julio de ese año, en el que un fallido golpe de estado contra el poder establecido originó la larga y triste Guerra Civil española -aunque el precedente hay que buscarlo en el bienio anterior, en el que se empezó a gestar este clima de violencia social-.
Unas igualadas elecciones generales celebradas el día 16 de febrero de 1936 y la llegada al poder del conjunto de fuerzas de izquierdas agrupadas bajo el nombre de Frente Popular puso fin al periodo de algo más de dos años de gobierno de las derechas en la etapa republicana: dos años en los que se habían sucedido diferentes procesos revolucionarios y crisis de trabajo que habían ido extremando las posturas ideológicas de la población del país.
Este fue el resultado global -en % de votos- de estas elecciones del 16 de febrero de 1936 a nivel nacional:
- Frente Popular 48% de los votos
(agrupación de partidos de izquierdas: republicanos, socialistas y comunistas)
- Bloque Nacional 46,8% de los votos
(agrupación de partidos de derechas: CEDA, monárquicos y tradicionalistas)
- Candidaturas de centro 5,4% de los votos
Sin embargo, el resultado de las elecciones en Hervás fue muy diferente del global nacional:
Como puede observarse, a nivel municipal, en Hervás se produjo una victoria clara de los partidos de derechas lo que pudo influir de forma notable a enrarecer el ambiente político-social del municipio.
Tras la ajustada victoria a nivel nacional del Frente Popular, se procedió, en los días siguientes, a la reposición de los ayuntamientos de elección popular suprimidos durante el bienio anterior de gobierno de las derechas.
En Hervás, el día 20 de febrero tomó posesión provisional el alcalde Ángel Barrios, que ya había sido alcalde de Hervás tras la victoria republicana de 1931. En los días siguientes se produjo la destitución por el Gobierno Civil de la provincia de Cáceres de los concejales del bienio anterior (día 29 de febrero) y el día 1 de marzo se procedió a la constitución definitiva del Ayuntamiento de Hervás y la elección de Alcalde.
Este Ayuntamiento quedó constituido por los siguientes miembros:
- Alcalde: Ángel Barrios Pérez
- Concejales: Luis García Holgado (Primer Teniente de Alcalde)
Anastasio Martín Marín
Patricio Ferreira Mártil
Guillermo Herrero Herrero
Eustaquio Oliva Cerro
Julio González Muñoz
Adrián Pérez Castellano
Como hemos indicado, la sociedad a nivel nacional, y también a nivel local, estaba muy polarizada en dos posiciones radicalizadas e irreconciliables (derechas e izquierdas) que, en los meses siguientes, protagonizaron numerosas alteraciones de orden público: el desagrado con el que los partidarios de derechas asumieron la llegada al poder de las izquierdas y el envalentonamiento de los partidarios de izquierda con este ascenso al poder contribuyó a incrementar la represión política contra los contrarios.
La llegada del Frente Popular al poder a nivel nacional supuso la puesta en marcha de una serie de medidas que estaban en su programa electoral y que ya habían puesto en práctica en el primer periodo republicano 1931-1933: supresión de enseñanza religiosa, reforma agraria...
Algunas circunstancias que a nivel local contribuyeron a acrecentar la radicalización de posturas políticas y a favorecer el clima de tensión social en estos meses entre febrero y julio de 1936 fueron los siguientes:
- Destitución de varios empleados municipales nombrados por corporaciones anteriores (sesión de 18 de marzo) con la acusación de faltas graves en el cumplimiento de su deber y a los que se abrió expediente que se resolvió de forma definitiva en el mes de junio de ese año (sesión extraordinaria de Ayuntamiento del 24 de junio) con la expulsión definitiva y sustitución por otras personas más cercanas a pensamientos republicanos.
- Sustitución de la enseñanza religiosa y cierre de la Escuela Dominical y su sustitución con la creación de escuelas laicas de párvulos. Hubo denuncia por parte del Ayuntamiento por el funcionamiento ilegal de esta Escuela Dominical.
Este cierre de la Escuela Dominical, sede de Acción Católica masculina y femenina, trajo consigo que el día 17 de marzo se produjera una concentración y manifestación de vecinos simpatizantes de Juventud Católica en la plaza de los Capitanes Galán y García Hernández -hoy La Corredera- que fue disuelta por la autoridad municipal (previamente, con intención de impedir el cierre de la Escuela Dominical había existido un agrio cruce de escritos entre el Alcalde y el director de esta Escuela Dominical con la acusación de que en ésta se producían reuniones clandestinas donde se desprestigiaba al régimen republicano).
El historiador Fernando Ayala en su libro La vida política en la provincia de Cáceres durante la II República indica: "En Hervás era el Alcalde quien denunciaba las actividades de las Juventudes católicas femenina y masculina, porque según él, desplegaban actuaciones provocativas, celebrando reuniones clandestinas, admitiendo elementos extraños con los que se confabulaba, también acudían a estas reuniones elementos tradicionalistas y fascistas".
- Solicitud de informes de conducta de personajes influyentes de las derechas acusados de actitudes fascistas y promoción de desórdenes, acompañados de detenciones y registros domiciliarios.
- Crisis de paro y de trabajo, prolongadas durante los años 20 y 30, acrecentadas por las huelgas de obreros de las fábricas textiles y radicalizadas desde los sucesos de octubre de 1934.
Hemos encontrado alguna referencia a esta crisis en la prensa de la época:
- Prohibición de procesiones de Semana Santa (4 de abril) por indicación del Gobierno Civil de la provincia.
- Riñas, robos y disputas callejeras, que se saldaron a veces con peleas multitudinarias y de alguna de las cuales hay constancia en prensa de que se produjeron heridos por arma blanca y detenciones:
En este clima de violencia social y política, como decíamos arriba, es en el que hay que incluir el triste suceso de la quema de la iglesia de Santa María de Aguas Vivas producida en la madrugada entre el Domingo de Ramos, día 29 de marzo, y el lunes día 30. El incendio produjo la destrucción del retablo barroco existente y se produjo la desaparición del copón guardado en el sagrario del altar mayor.
El historiador Julián Chaves, en su libro Violencia política y conflictividad social en Extremadura. Cáceres en 1936, se hace eco del incendio: "Al igual que en el resto del país, tampoco faltaron los incendios. Concretamente citamos el caso de Hervás, donde en la noche del 29 de marzo hubo uno en la iglesia de Santa María, resultando quemado el altar mayor y buena parte del resto del edificio".
No hay en las actas del Ayuntamiento ninguna alusión a este incendio; sin embargo, el Juzgado de 1ª Instancia de Hervás abrió con prontitud un expediente de investigación (sumario nº 43 de 1936); se conservan documentos en que el juez solicita al alcalde que facilite personal para llevar a cabo un registro minucioso de los escombros del altar y del retablo para intentar hallar los restos del citado copón; también se solicitó por parte del juzgado que agentes municipales practicaran un reconocimiento del tejado del grupo escolar de la calle Braulio Navas y del corral colindante con el mismo con objeto de ver si se hallaba allí "una palmatoria de metal dorado corriente, tamaño pequeño, con un rabo de vela, sustraída la noche del veintinueve de marzo último en la Iglesia Parroquial de Santa María de esta Villa".
Sólo se conserva, que conozcamos, una imagen del retablo que se quemó:
La Revista de Ferias y Fiestas de Hervás de 1970 reprodujo esta imagen:
la fotografía de una boda a la que asistió el poeta José María Gabriel y Galán a principios del siglo XX.
También tenemos una descripción del mismo retablo publicada por el historiador José Ramón Mélida en el libro Catálogo Monumental de España (1914-1916) en el que se le describe así:
"El retablo mayor es de talla dorada, de estilo barroco del siglo XVIII, con columnas corintias, hornacina central en la que se venera la imagen de talla de Nª. Srª. de la Asunción y en los intercolumnios laterales las de S. Pedro y S. Pablo. En el zócalo se lee la siguiente inscripción, quebrada por la traza de los dos cuerpos en que se asientan las dichas columnas a cada lado: Dorose este / retablo a expensas y devoción del bachiller don / Geronimo / Sánchez / comisario del Sto. Oficio y Cura Rector de esta parroquia / Año de 1782".
Estado actual de la iglesia y retablo de Santa María de Aguas Vivas
En las actas de ayuntamiento de los meses posteriores al 18 de julio, ya con una Gestora Municipal puesta al mando del ayuntamiento por las nuevas autoridades de derechas, hay diferentes alusiones al incendio del retablo que dejan claro el cambio de ideología de los gobernantes del momento:
- En el acta de 16 de octubre de 1936 se indica la concesión de una subvención para ayudar a reconstruir el retablo de la iglesia de Sta. María: "conceder una subvención, que como mínimo será de cinco mil pesetas, para ayuda de la reconstrucción del Retablo de la Iglesia de Sta. María de Aguas Vivas, destruido por un incendio".
- En el acta de 30 de noviembre de 1936 se expresa: "acto seguido y a propuesta de la Presidencia se acuerda hacer constar que la subvención de cinco mil pesetas concedidas para reconstruir el retablo de la Parroquia de Sta. María de Aguas Vivas encierra, por parte de este Ayuntamiento, el simbolismo con que el auténtico pueblo de Hervás protesta contra el sacrílego y vandálico atentado que se cometió en dicha Parroquia por las hordas marxistas y emana el criterio hidalgo del nuevo Estado...".
No podemos finalizar esta entrada sin hacer constar que hay más versiones sobre la autoría de este incendio de la iglesia de Santa María de Hervás. Francisco Moriche, en su libro Represión, silencio y olvido. Memoria Histórica de Hervás y el Alto Ambroz se hace eco de otra versión del incendio indicando:
"Sobre este asunto circulan dos versiones contrapuestas:
- Por un lado, vecinos de derechas afirman que varios jóvenes izquierdistas, ayudados por uno de ellos que había sido monaguillo y conocía la forma de acceder al recinto con la puerta principal cerrada, prendieron fuego dentro del templo, robaron el sagrario con el cáliz sacramental, se marcharon por donde habían entrado y bebieron vino con el cáliz en alguna taberna del pueblo.
- La otra versión, sostenida por vecinos de izquierdas, dice que varios derechistas obligaron bajo amenazas a algunos jóvenes a iniciar el incendio, para conseguir, culpando de ello a simpatizantes del Frente Popular, provocar una radicalización de los enfrentamientos entre ambos bandos.
Carecemos de prueba de pruebas definitivas para afirmar o descartar una u otra versión del suceso. En cualquier caso, anotamos que es la primera de ellas la más difundida, aunque varios vecinos consultados respaldan la segunda, basándose en conversaciones mantenidas en su momento con algunos de los izquierdistas acusados del incendio, como el apodado Canore, y alguna charla lejana en el tiempo con Tio Castilla, dueño de la taberna donde presuntamente se bebió vino con el cáliz robado y que negó tajantemente tal hecho. También para respaldar esta segunda versión se alude a la confesión supuestamente realizada por el vecino Tomás Chinín antes de morir, en el sentido de que él mismo y otros jóvenes fueron obligados, tras haber sido torturados y bajo graves amenazas, a confesarse a sí mismos y acusar a otros de la responsabilidad del incendio. Significativo en extremo resulta también el hecho de que el cáliz robado finalmente apareciese, tiempo después, en manos de uno de los más significativos personajes del régimen franquista de Hervás".
Se suele atribuir a Cicerón, otras veces a Napoleón Bonaparte, la clásica frase de que "los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla". En esta entrada hemos pretendido dar a conocer y recordar los tristes hechos acaecidos ahora hace 80 años con la sencilla esperanza de que nunca jamás vuelvan a repetirse.
NOTA: El texto de esta entrada
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