TRASUNTO

(Del lat. transumptus, part. pas. de transumĕre, tomar de otro).

1. m. Copia escrita de un original.

2. m. Imitación exacta, imagen o representación de algo.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados.


Este blog nace con vocación histórica.

En él pretendemos plasmar artículos de contenido histórico que han ido apareciendo en la Revista de Ferias y Fiestas de Hervás a lo largo de los años a los que añadiremos algunas aportaciones personales del autor del blog.

El título del blog Trasuntos de Hervás está copiado, precisamente, del título de un artículo histórico aparecido en la Revista de Ferias y Fiestas de Hervás de 1962.

Somos conscientes que una parte importante del contenido de algunos de estos artículos antigüos ha podido ser superado por estudios historiográficos más modernos que han actualizado los conocimientos sobre la historia de Hervás, aún así nos parece importante rescatarlos del olvido y hacerlos accesibles a un público interesado.

jueves, 11 de marzo de 2021

PAISANOS DEL VALLE DEL AMBROZ QUE ACABARON SUS VIDAS EN CAMPOS DE CONCENTRACIÓN NAZIS

PAISANOS DEL VALLE DEL AMBROZ QUE ACABARON SUS VIDAS EN CAMPOS DE CONCENTRACIÓN NAZIS

Copyright © 2021 Pedro Emilio López Calvelo 

Esta es la entrada 96 en nuestro blog histórico. En las anteriores entradas siempre hemos tratado algún tema relacionado directamente con Hervás

Por primera vez vamos a hacer una entrada en la que no será protagonista ni la población ni los habitantes presentes o pasados de Hervás, sino que nuestro tema hoy estará relacionado con personas de otros municipios del valle de Ambroz: hoy hablaremos de aquellos habitantes del valle que acabaron recalando, y muriendo, en los años 40, en campos de concentración nazis. Nos ha parecido un tema suficientemente interesante como para tratarlo en nuestro blog aunque no se refiera, específicamente, a Hervás.

Llegamos a la información que aportaremos en esta entrada por la casualidad que aporta ser profesor y tratar de guiar algún trabajo planteado por alumnos: en concreto, una alumna quería trabajar sobre extremeños –finalmente, al ser grande el número y compleja la investigación, por tanto, lo redujimos a habitantes de la provincia de Cáceres- que acabaron deportados en campos de concentración nazi, de los que falleció una buena cantidad de ellos. Al analizar el listado de cacereños deportados en campos nazis rápidamente quisimos comprobar si había algún hervasense entre ellos y observamos que no fue así: ningún habitante de nuestro pueblo acabó en uno de estos lamentables destinos, pero sí pudimos apreciar que dos personas, nacidas en pueblos del valle del Ambroz habían tenido este triste destino final, en el que perdieron su vida. Bien es cierto que uno de estos dos personajes, según hemos ido comprobando en nuestras investigaciones posteriores, es dudosa su procedencia como nacido en el valle del Ambroz, pero así aparece aun en todos los documentos oficiales.

Analizaremos en la entrada las circunstancias por las cuales acabaron deportados en campos de concentración estos dos habitantes del valle del Ambroz y nos acercaremos, en la medida en que las fuentes consultadas nos lo permitan, a su biografía.

Las dos personas que acabaron en los campos nazis naturales del valle del Ambroz, según consta en la documentación encontrada, son:

-          - MÁXIMO CABEZALÍ PANIAGUA, natural de Baños de Montemayor (aunque es la persona de la que hemos encontrado algún documento que indica que pudo nacer en otra población fuera del valle del Ambroz).

-         - TOMÁS IGLESIAS IGLESIAS, nacido en Casas del Monte.

Nos acercaremos a las circunstancias que llevaron a estos naturales del valle del Ambroz, junto con otros 301 extremeños (221 procedentes de la provincia de Badajoz, 82 de la provincia de Cáceres), a los campos de concentración nazis.

Españoles exiliados en Francia:

Es conocido que en febrero de 1939, ante la inminente victoria de Franco en la Guerra Civil, una importante cantidad de españoles decidió huir a Francia: todos hemos visto tristes imágenes de las carreteras colapsadas de personas en la huida al país vecino. Se calcula que el día 1 de marzo habían llegado a Francia, un país que no se había preparado para aquella afluencia masiva, entre 400.000 y 500.000 españoles.

Intentando evitar previsibles problemas de orden público, las autoridades francesas procedieron a una clasificación de los refugiados, separando a las familias y enviado a hombres por un lado y mujeres, ancianos y niños por otro a campos de refugiados que, de forma bastante improvisada, se iban creando: el más conocido, quizá, de estos campos fue el de Argelès-sur-Mer, en la zona de la Provenza francesa, cerca del Mediterráneo (hubo varios campos más). Este campo llegó a acoger a unos 75.000 refugiados españoles. Mal organizados, sin siquiera unos elementales barracones para alojar a estos refugiados, en estos espacios pronto se levantaron alambradas para evitar la huida de los internos. Hacinamiento, falta de higiene, escasez de alimentos y agua, malnutrición, aparición de enfermedades variadas y contagiosas, falta de cuidados médicos, frío,…, fueron elementos comunes en todos estos campos de refugiados, que algunos denominaron “campos de la vergüenza”. Muertes e intentos de fuga fueron circunstancias habituales.

  Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Campos_de_internamiento_en_Francia

Con estas circunstancias, en agosto de 1939 casi la mitad de los exiliados, huidos de las tropas franquistas, habían regresado a España.

El gobierno francés (en 1938 llegó al poder un gobierno de centro-derecha encabezado por E. Dadalier) declaró movilizables a los españoles exiliados dentro de su país. En septiembre de 1939, coincidiendo con la invasión de Polonia por Hitler, bien para huir de esos campos de refugiados, bien para continuar su lucha contra el fascismo más allá de España, un buen número de españoles se habían alistado al ejército francés: muchos de ellos se unieron a la Legión Extranjera o a otros cuerpos militares y otros procedían de lo que fueron llamadas Compañías de Trabajadores Españoles (CTE), unidades militares, bajo la dirección de oficiales franceses, que se dedicaban a tareas de construcción y fortificación, a tareas agrícolas, a la industria bélica o a otras actividades laborales.

II Guerra Mundial:

Cuando estalla la II Guerra Mundial unos 12.000 españoles fueron destinados a zonas fronterizas entre Francia y Alemania con objetivo de reforzar las líneas defensivas; durante varios meses la actividad militar en la frontera fue muy escasa, pero en mayo de 1940 Alemania, en poco tiempo, ocupó Holanda, Bélgica y Luxemburgo y amenazó con invadir Francia; ante el avance alemán, en el mes de junio, el ejército francés se desmoronó; el gobierno francés, comandado entonces por el mariscal Pétain, firmó un armisticio con el que se dio inicio a la ocupación de Francia por el ejército alemán.

En esos primeros meses de invasión el ejército alemán hizo una buena cantidad de prisioneros, lo que ocasionó el problema de su reclusión: se crearon zonas de internamiento provisionales, una especie de campos de concentración provisionales –hubo más de cien-, en las zonas próximas al frente de guerra ya en territorio alemán: estas instalaciones recibieron el nombre de Stalags (o Frontstalags). Los españoles que eran internados en estas instalaciones lo eran en calidad de prisioneros de guerra, sujetos, por tanto, a la normativa marcada por la Convención de Ginebra de 1929. Muchos de los internados en estos campos provisionales hablan de trato digno (comparado con el que recibirían, más tarde, en los verdaderos campos de concentración): sabemos que Tomás Iglesias estuvo en el campo XI-B (en Fallingbostel) y que Máximo Cabezalí estuvo ingresado en el campo XVII-K (en Kaisersteinbruch).

        Fuente: file:///C:/Users/Usuario/AppData/Local/Temp/Dialnet-Febrero1939Hace70Anos-2999379.pdf

Pero pronto las circunstancias cambiaron y con ello el estatuto jurídico de los internos en los campos: los españoles dejaron de ser considerados como prisioneros de guerra para ser considerados como prisioneros políticos de la Gestapo –y dejaron de estar al abrigo de la normativa de la Convención de Ginebra-.

Entre 1939 y 1940 hubo contactos entre el gobierno alemán y el gobierno español: Franco estaba interesado en la captura de los líderes republicanos que se habían exiliado Francia pero se desentendía abiertamente del resto de los españoles presos por los alemanes, que pasaban a ser considerados como apátridas ya que no eran reconocidos por ninguna nación. Tras una visita a Alemania, en septiembre de 1940, por parte del ministro español Serrano Suñer, Heydrich, jefe de seguridad del Reich, emitía una orden que decía específicamente “Por orden del Fürher (…), por lo que a los súbditos españoles se refiere, procede directamente su traslado a un campo de concentración del Reich”.

Llegada a Mauthausen:

En agosto de 1940 llegaron a Mauthausen, al que se conoció como “el campo de los españoles” un total de 927 compatriotas deportados; en los meses siguientes el número se iría incrementando, procedentes tanto de campos de refugiados franceses como de los stalags alemanes. Más de 100 (118 en concreto) fueron los convoyes en los que viajaron los españoles, junto con presos de otras nacionalidades, hasta Mauthausen.

Las condiciones del viaje, como puede imaginarse y como han ilustrados algunas películas del género, eran muy duras: hacinados, sin espacio, con muy poca comida y agua, sin intimidad, sin abrigo,… muchos presos morían antes de llegar a su destino.

Sabemos que Tomás Iglesias llegó a Mauthausen, procedente del stalag en que había permanecido internado, el día 27 de enero de 1941, y que Máximo Cabezalí llegó el día 7 de abril del mismo año. Ambos llegaron como prisioneros de guerra capturados durante la invasión de Francia por los nazis. No permanecerían mucho tiempo en este campo de concentración, como indicaremos más adelante.

El campo de concentración de Mauthausen se empezó a construir en 1939 y estuvo en funcionamiento hasta 1945, cuando se produjo la liberación, llegando a ser uno de los más grandes de la zona controlada por los nazis. Se calcula que llegaron a pasar por él cerca de 350.000 personas de las que falleció, aproximadamente, una tercera parte. Fue, además, un campo muy rentable, ya que en sus instalaciones el trabajo realizado por los internos se diversificó en la explotación de canteras de granito -una enorme cantera con triste fama-, fabricación de armamento y municiones, industria de producción y montaje de aviones, etc. Pertenecía a la categoría de Stufe III, que agrupaba a aquellos presos que, según los alemanes, eran casos perdidos para la sociedad.

Cuando los presos llegaban al campo se les despojaba de sus escasas pertenencias, se les duchaba –agua helada-, rapaba  y desinfectaba y se procedía a una revisión médica, tras la cual eran ingresados en el campo. Se les proporcionaba el habitual uniforme de color gris con rayas azules, zuecos de madera, escudilla y cuchara y se les cosía en el traje un triángulo que indicaba su “categoría”: a los españoles, como apátridas, de les colocaba un triángulo azul, sobre él se cosía una S (procedencia: Spanier) y un número de matrícula por el que sería conocido desde ese momento. Tras una breve cuarentena, el preso pasaba al barracón asignado y, desde el tiempo que permaneciera en el campo, su único objetivo desde ese momento será trabajar para sobrevivir. Homogeneización y pérdida de identidad: en el día a día se iría incrementando esta progresiva degradación física y moral del individuo

                                        Fuente: https://www.lasegundaguerra.com/viewtopic.php?t=12481

Se puede imaginar que la vida en estos campos de concentración era de extrema dureza: muy temprano empezaba la jornada laboral una vez hecho el primer recuento del día (con frecuencia a las cinco de la mañana). El trabajo era extenuante y no cesaba bajo ninguna condición climática. A mediodía se hacía un breve descanso, un nuevo recuento, se repartía una sopa de nabos y patatas (el eintopf) y se volvía al trabajo hasta las 5,30 de la tarde. Nuevo recuento y cena a las 7,00. El toque de queda solía producirse entre 8 y 8,30 de la noche. Poco después las luces quedaban apagadas.

Palizas mortales, gaseamiento, inyección letal, duchas heladas, tiro en la nuca… la muerte estaba cercana en estos infernales centros de internamiento; y tampoco eran infrecuentes los intentos de suicidio: intentos de fuga, ahorcamiento, ahogamiento, electrocución al saltar sobre las alambradas, tirarse al vacío desde lo alto de las canteras,… Los guardias de la SS de Mauthausen se emplearon con brutalidad y dureza contra los rotten Spanien (“rojos españoles”), especialmente entre 1940 y 1942: los alemanes no perdonaron que los españoles les hubieran hecho frente durante la Guerra Civil y que, después, hubieran seguido luchando contra ellos en la II Guerra Mundial.


Imágenes: Campo de Mauthausen. Portada y cantera

La noche del 2 al 3 de mayo de 1945, unos días después de la muerte de Hitler el día 30 de abril, los alemanes abandonaron el recinto de Mauthausen. El día 5 de mayo de 1945, tres días antes del fin oficial de la II Guerra Mundial, fue liberado por los americanos de la 11ª División Blindada. Muchos de los españoles supervivientes, al no serles reconocida la nacionalidad española y no ser reclamados por su país de origen, pidieron ser repatriados a Francia: algunos lograron, con el tiempo, regresar a su patria… otros no lo lograron nunca.
 
Liberación del campo de Mauthausen. 1945.

Como hemos indicado 303 extremeños estuvieron en campos de concentración nazis. Aproximadamente un 68% perdió la vida en estos campos; sólo un 29% sobrevivió. De un pequeño número se desconoce su destino. Unos 204 extremeños perdieron la vida en el campo de Gusen, donde habían sido trasladados desde Mauthausen: así le ocurrió  a Tomás Iglesias que falleció el 8 de enero de 1942 (había sido trasladado a Gusen el día 30 de junio de 1941). Máximo Cabezalí, sin embargo, falleció en el campo de Dachau, al que había sido trasladado desde Mauthausen, el día 8 de noviembre de 1942; murió pocos días después, el 6 de diciembre de 1942, siendo de los pocos extremeños que fallecieron en campos que no fueron Gusen o Mauthausen.

De los 303 extremeños sólo 82 pertenecían a la provincia de Cáceres y eran originarios de 44 municipios diferentes. Esta diferencia con la provincia de Badajoz (221 fallecidos) es lógica si se tiene en cuenta que los militares franquistas dominaron el territorio cacereño con relativa facilidad desde los inicios del alzamiento militar, en tanto que en la provincia de Badajoz hubo una mayor resistencia y represión. De estos 82 cacereños, sólo sobrevivieron 24; 54 perdieron la vida en los campos nazis y se desconoce el destino de 4 personas.

CASAS DEL MONTE-BAÑOS DE MONTEMAYOR EN MAUTHAUSEN

Una vez narrada, con la mayor brevedad posible, las circunstancias por las cuales acabaron nuestros paisanos del valle del Ambroz en campos de concentración nazis, vamos a acercarnos a una biografía de nuestros dos personajes, y lo haremos a través de los datos que proporcional  en su página oficial la Amical de Mauthausen y otros campos y de todas las víctimas del nazismo de España, que es la asociación que agrupa a los exdeportados republicanos de los campos de concentración del nazismo, así como a los familiares y amigos –tal como se indica en su web: https://amical-mauthausen.org/-

- TOMAS IGLESIAS IGLESIAS

Tomás Iglesias nació en Casas del Monte el día 9 de junio de 1903. Vivió en su pueblo hasta que, a principios de los años 30 emigró a Cataluña. Se sabe que estaba en Sitges antes del comienzo de la Guerra Civil, en 1936 y que trabajó en la fábrica de cemento de Vallcarca. Se afilió a la CNT-FAI.  

En Sitges conoció a Ana Carrión con la que se casó, en “unión libre” como reza en el certificado de la boda emitido por el Comité de Defensa de Sitges, en febrero de 1937. Un año después, en febrero 1938, nació la que sería su única hija y a la que pusieron por nombre Libertad (Llibertat). En época franquista las nuevas autoridades consideraron no valido el matrimonio, al no haberse realizado por la Iglesia, por ello Anita, como era conocida la mujer de Tomás, fue obligada a cambiar el nombre de la niña y a bautizarla: en adelante se llamó Encarnación, como su abuela paterna.

Fotografía: retrato de Tomás Iglesias

Fuente: https://fallecidosenloscamposnazis.org/es/2381/iglesias-iglesias-tomas/referencias-personales.html

Se alistó a las Milicias Antifascistas con las que participó, en agosto de 1936, en un intento fracasado de conquista de Mallorca, que estaba en manos nacionales. No se tienen más noticias de su participación en otras acciones en frentes de guerra. En febrero de 1939, cuando se produce la caída de Cataluña en manos franquistas, pasó a Francia, donde acabó en el campo de refugiados de Argelès-sur-Mer. Allí, para salir de las penurias que hemos descrito más arriba, se enroló en la 11ª Compañía de Trabajadores Extranjeros (CTE). Estuvo destinado en los Alpes franceses donde trabajó en la construcción de puentes y carreteras. Se conservan algunas cartas de esta época dirigidas a su familia por las que se conocen estos detalles; por las mismas cartas se sabe que, después, pasó por La Condamine (en Alsacia), donde trabajó en el refuerzo de la Línea Maginot, que Francia había construido en la I Guerra Mundial en su defensa ante el avance alemán. Ya en 1940 estuvo, de allí son sus últimas cartas, en Gorze, una población de la Lorena francesa, cerca de la frontera alemana.

Por las narraciones de compañeros supervivientes se sabe que, al iniciarse la invasión de Francia por las tropas alemanas, los franceses ordenaron la retirada hacia Épinal, un poco más al sur, que fue bombardeada por los nazis; en Èpinal debió ser hecho prisionero por los nazis quedando preso en el stalag XI-B de Fallingboste, ya en Alemania. Allí le asignaron el número de prisionero 86877, y desde allí debió ser conducido, en enero de 1941, al campo de Mauthausen, en la Austria anexionada por el Reich: su número de prisionero en Mauthausen fue el 5991.

En Mauthausen, trabajando en la famosa cantera, sobrevivió casi un año; pero desde allí fue trasladado al campo anexo de Gusen a 5 kilómetros del campo principal: era el lugar al que destinaban para su exterminio a aquellos que ya no servían para el trabajo. Como se ha dicho más arriba, fue el campo en el que murieron la gran mayoría de los españoles y extremeños que fallecieron en campos nazis.

Según aparece constatado en la documentación oficial del campo, Tomás Iglesias falleció el día 8 de enero de 1942, contando con 38 años de edad.

Hasta que no acabó la II Guerra Mundial su familia no conoció su triste destino: fue la Cruz Roja quien notificó a la familia su fallecimiento. Anita, su mujer, viajó al campo de Gusen en 1975 para rendirle homenaje.

Hemos encontrado un reciente artículo de prensa, de octubre de 2020, en el que se informa de una exposición realizada en Sitges en la que se expusieron cartas enviadas a sus familias por once vecinos de la ciudad que acabaron en campos de concentración nazis, siendo uno de ellos Tomás Iglesias. Se comenta una visita de su nieta, Anna Vidal Iglesias, al campo de Mauthausen y se expone una biografía de Tomás Iglesias.

 
Recorte de prensa y paneles de la exposición de Sitges

Fuente: https://www.elmundo.es/cataluna/2020/10/16/5f89f0eb21efa0e3738b45d4.html 

Acta de defunción de Tomás Iglesias emitido en 1950 por el Mº de Antiguos Combatientes y Víctimas de Guerra francés

Fuente: https://fallecidosenloscamposnazis.org/es/2381/iglesias-iglesias-tomas/referencias-personales.html

 

- MÁXIMO CABEZALÍ PANIAGUA

Más complicado resulta aproximarse a la biografía de nuestro segundo protagonista: Máximo Cabezalí Paniagua, ya que son pocos los datos oficiales que hemos encontrado de él y alguno de esos pocos datos hay que ponerlos, cuando menos, en duda si hacemos caso a alguna noticia de prensa a la que hemos tenido acceso.

En la página web Todos los nombres, una base de datos sobre los represaliados por el franquismo en Andalucía, Extremadura y Norte de África elaborada por la Asociación Andaluza de Memoria Histórica y Justicia se dan unos pocos datos sobre Máximo Cabezalí.  Se informa de que nació en Baños de Montemayor el día 15 de diciembre de 1900, que ingresó en el campo de Mauthausen el día 7 de abril de 1941 desde donde fue trasladado al campo de concentración de Dachau el 8 de noviembre de 1942 falleciendo, poco después, en este mismo campo el 6 de diciembre de 1942.

A través de diferentes foros de internet y alguna noticia de prensa hemos podido añadir algo de información sobre su vida. En un foro-ciudad publicado en Santibañez el Bajo se reivindica la memoria histórica de paisanos que lucharon contra el franquismo y allí se habla de Máximo Cabezalí, del que se indica que durante la Guerra Civil fue teniente de Brigada Mixta y que, al finalizar la Guerra marchó a Francia donde, en la resistencia contra los nazis, fue hecho prisionero, declarado rotspanier ("españoles rojos") y llevado al campo de Mauthausen. Tras trabajar en la terrible cantera de granito fue trasladado al campo de Dachau donde murió gaseado.

En otro foro de extremaduraprogresista.com se da alguna información más completa: se indica que Máximo Cabezalí fue capitán de milicias republicanas en la 122 Brigada Mixta (27ª división). Además de los datos ya conocidos se indica que murió gaseado en el campo de Dachau contando 27 años (lo que es un dato erróneo ya que contaba con 41 –pocos días antes de hacer 42-) y que dejó viuda.

Finalmente, para completar los pocos datos encontrados de su biografía, hemos accedido a un artículo de opinión en el periódico HOY de 14 junio 2009 (firmado por Félix Barroso Gutiérrez de Santibáñez el Bajo): en él se indica que Máximo Cabezalí había nacido en Santibañez el Bajo y no en Baños de Montemayor como aparece en los diferentes documentos oficiales y se añade que toda su familia, materna y paterna, procedía de esta población. Se indica que la única circunstancia que le unía a Baños de Montemayor fue la estancia de su padre en esta población como guardia civil; se habla de él como héroe republicano (condecorado en “diversas ocasiones por su arrojo y valentía en defensa de la República”). El resto de datos sobre la biografía que se aportan son los ya expuestos más arriba.

En el BOE de 6 de agosto de 2019, en el que se publica un listado de españoles fallecidos en los campos de concentración de Mauthausen y Gusen, Máximo Cabezalí Paniagua sigue constando como nacido en Baños de Montemayor.

El 27 de enero de 1945 fue liberado el mayor campo de concentración nazi, el de Auschwitz-Birkenau, en lo que hoy es Polonia, por las tropas soviéticas. El 27 de enero fue elegido para conmemorar el Día Internacional de la Memoria del Holocausto por Naciones Unidas.

 

“¿Cómo se llora a seis millones de muertos? ¿Cuántas velas se encienden? ¿Cuántas plegarias se oran? ¿Sabemos cómo recordar  a las víctimas, su soledad, su impotencia?

Nos dejaron sin dejar rastro, y nosotros somos ese rastro. Contamos estas historias porque sabemos que no escuchar ni desear saber lleva a la indiferencia y la indiferencia nunca es una respuesta.”

             Elie Wiesel


“El crimen cometido por los alemanes es el más abominable que recuerda la historia de las llamadas naciones civilizadas. La conducta de los intelectuales alemanes -como grupo- no fue mejor que la de la multitud. Incluso ahora no hay signo alguno de arrepentimiento o de deseo real de reparar lo que se pueda después de tan gigantescos asesinatos.”

Albert Einstein

Nota: El texto de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS no ha sido nunca publicado. La propiedad intelectual del texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro Emilio López Calvelo).

La reproducción total o parcial de este texto en alguna publicación o cartel deberá hacer constar con claridad su autoría, así como la referencia de la publicación en que hubiera sido previamente difundida por su autor. Su uso comercial queda supeditado a la expresa autorización del autor. 

IMPORTANTE: Queremos incidir en esta circunstancia del respeto a la propiedad intelectual ya que estamos detectando que un periódico de tirada mensual (pero con facebook de entradas diarias) está utilizando la información e, incluso, párrafos textuales de nuestro blog histórico SIN CITAR LA FUENTE DE PROCEDENCIA, lo que es una notable FALTA DE ÉTICA PROFESIONAL y una flagrante INFRACCIÓN DE LA LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL.