TRASUNTO
(Del lat. transumptus, part. pas. de transumĕre, tomar de otro).
1. m. Copia escrita de un original.
2. m. Imitación exacta, imagen o representación de algo.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados.
Este blog nace con vocación histórica.
En él pretendemos plasmar artículos de contenido histórico que han ido apareciendo en la Revista de Ferias y Fiestas de Hervás a lo largo de los años a los que añadiremos algunas aportaciones personales del autor del blog.
El título del blog Trasuntos de Hervás está copiado, precisamente, del título de un artículo histórico aparecido en la Revista de Ferias y Fiestas de Hervás de 1962.
Somos conscientes que una parte importante del contenido de algunos de estos artículos antigüos ha podido ser superado por estudios historiográficos más modernos que han actualizado los conocimientos sobre la historia de Hervás, aún así nos parece importante rescatarlos del olvido y hacerlos accesibles a un público interesado.
domingo, 23 de diciembre de 2018
JORNADAS CONJUNTO HISTÓRICO ARTÍSTICO: ARQUITECTURA, PATRIMONIO Y PAISAJE
miércoles, 12 de diciembre de 2018
Hervás: Jornadas Conjunto Histórico-Artístico. Arquitectura, Patrimonio y Paisaje.
El viernes 14 participo hablando de LA ARQUITECTURA TRADICIONAL EN EL BARRIO JUDÍO DE HERVÁS.
domingo, 2 de diciembre de 2018
DE CUANDO CAMILO JOSÉ CELA VISITÓ HERVÁS -2ª parte-
lunes, 19 de noviembre de 2018
DE CUANDO CAMILO JOSÉ CELA VISITÓ HERVÁS Y LO QUE ESCRIBIÓ SOBRE HERVÁS
Por lo tanto, Cajón de sastre es un libro de estructura compleja en el que caben artículos de prensa, ensayos breves, relatos de viaje, etc. En esta última categoría es en la que podemos incluir el relato en el que habla de Hervás y que Cela tituló: "Del Tranco del Diablo a la judería de Hervás", incluido en un capítulo que llamó: Balada del vagabundo sin suerte.
Fuente: todocolección.net
Camilo José Cela, como otros escritores famosos -por ejemplo el también Nóbel José Saramago-, cultivó con frecuencia el libro de viajes: recuérdense sus conocidos Viaje a la Alcarria, Del Miño al Bidasoa, Primer viaje andaluz,..."en estos libros de viaje el escritor se exhibe con loable impudor; donde habla de su propia experiencia y de sus propias debilidades, sus exclusivas preferencias y sus arrolladoras simpatías. Creo que, en este sentido, los viajes de Camilo José Cela son excelentes piedras de toque para percibir la situación intelectual de un escritor, español e inteligente, en los mediados de nuestro siglo" (texto escrito por Alonso Zamora Vicente en su libro Camilo José Cela (Acercamiento a un escritor) y extraído del blog: http://www.cervantesvirtual.com/).

Del Tranco del Diablo a la judería de Hervás.
El texto de Cela sobre Hervás dice así:
DEL TRANCO DEL DIABLO A LA JUDERÍA DE HERVÁS.
El viajero, aún no más que nacido, de esta hecha, a la tierra de Salamanca, y sin haberle tomado todavía el gusto a la villa de Béjar, es llevado por sus amigos -por don Juan y por don Alejandro, y por don Ceferino- a Hervás, cuatro leguas al sur, en el camino de Plasencia y ya en los campos y en los acentos cacereños.
El viajero, que, aun por más que lo lleva intentando, no ha conseguido domeñar el calendario, se marcha de Béjar sin haberse fumado un pitillo al pie del Tranco del Diablo, sin haber caminado la Cabeza Gorda y los picos del Valdesangil, y sin haberse hartado merendando truchas y chorizo de Candelario, el pueblo donde el verde es luto en el serenero de las mujeres de manteo, faltriquera y moño de picaporte.
Más allá del ventorro de Rosel, el viajero pasa por Cantagallo, al lado de la ermita de Santa Bárbara de Bodeguillas y todavía a orillas del Cuerpo de Hombre, y, siguiendo el río se mente en Puerto de Béjar -o puerto de Baños-, donde se da de manos a boca con la Calzada de la Plata -la Vía Láctea, los mil kilómetros de la Iter ab Emerita Caesaraugustam, el camino de Mérida a Zaragoza-, en el lugar de las Entrecarreras, por el que corren juntos el río, la calzada, la carretera y el ferrocarril.
Frente al viajero, por el paso de los romanos, se abre la Extremadura por el pueblo de Baños, en cuyas aguas las ninfas de Cápera aciertan con el remedio de los males del cuerpo.
Mientras el viajero escucha a sus amigos que le instruyen, el coche que los lleva se presenta en Hervás, el pueblo por el que corre el río Ambroz. Según el viajero oye decir, el río Ambroz nace de la fusión del arroyo Gallego, el torrente Marinejo y la garganta del Santi-Hervás.
En tiempos -¡ay, manes de Jorge Manrique!- el río Ambroz movía catorce máquinas de cardar e hilar, siete perchas, cinco tundidoras, tres frisas, cuatro tintes, cinco batanes y quince molinos harineros.
A la sombra de las ocho peñas -peña de la Ensillada, de la Fuente Negra, de Dos Hermanas, de Valdemoro, de Piñajarro, de Navanuño, del Berrocal y del Teso de la Loma- las gentes de Hervás cardan la lana y curan el embutido -el morcón y el morcillón, la guarreña, la sabadeña y la botagueña, el lomo en tripa y el chorizo, el obispillo y el tanganillo, el pitarro y la tángana- que después, pregonando el origen, se venderá en las ferias de Extremadura y de Castilla, en Madrid, en Salamanca, en Zaragoza, en Cuenca y en las Andalucías, en todas las cinco Andalucías.
En la plaza de la Corredera, dos clérigos pasean sus años al solecillo primaveral mientras fuman los ásperos farias del último bautizo. En la plaza de los Mesones, los arrieros de Castuera y de Quintana, de Don Benito y de Montánchez, que traen los tintes de Sevilla y se vuelven con el cangallo rebosante de jamones y de gruesas y nobles mantas listadas, beben el vino de la concordia apoyados en la sabia calma del atardecer. En la plazuela del Convento, al pie de la enfermería de los Franciscos de la Bienparada, dos viejas hablan de la novena de Nuestra Señora de las Aguas Vivas y de los bienes terrenales y celestiales que la Virgen depara a sus devotos de Hervás. En la ciudad de abajo, más allá de la puerta del Centinela, los niños de la Judería saltan, al igual que núbiles bestezuelas, recortando sus renegridas y panzudas figurillas sobre el severo nutricio verde del bosque que, quizás por umbrío, llaman Gallego. Por el paseo del Robledo, de dos en fondo, toman el aire, vestidas de azul, las educandas de las Josefinas.
El viajero, siempre al lado de sus amigos, que para eso, por fortuna, los tiene, sube y baja por las calles de Hervás, habla con la mujer que lava y con la moza que va a buscar agua a la fuente y que, en lugar de sinagoga, dice sunoga; saluda con un sosegado respeto que nadie -ni aun él mismo- puede sospechar, al viejo que se rasca la mugre que el sol despierta; levanta del suelo al niño que rodó la cuesta; acaricia a la niña morenucha que lo mira como a un extraño e intranquilizador forastero, y deja que la vista se le escape, más allá de los montes, por el raro cielo que tan misteriosas y gloriosas sombras hizo caer sobre este rincón del mundo.
Al viajero le estremece -no puede evitarlo- el recuerdo de los muertos que tanto se afanaron por vivir. En Hervás -el viajero tampoco sabría explicar por qué- este temblor le mira, fijo como un fantasma, desde todas las esquinas.
En Salamanca, en las románicas piedras de San Julián y Santa Basilisa, se leen unas atroces palabras:
Los que dan consejos ciertos
a los vivos, son los muertos.
Al viajero -¿por qué será?- los dos versos que tantos años llevan en su pared de Salamanca se le aparecen, pintados de negro, tras los ojos de la gente de Hervás, una gente con muchos miles de años en la mirada.
Por el camino de Las Hurdes el sol se marcha a alumbrar otros mundos.
jueves, 18 de octubre de 2018
LA GRIPE DE 1918 EN HERVÁS: CENTENARIO DE UNA PANDEMIA
En realidad, el año 1918 fue un año complejo desde el punto de vista sanitario en Hervás ya que, según hemos apreciado, no afectó a la población hervasense sólo la epidemia de gripe si no que ésta vino precedida de otras epidemias durante los meses anteriores, muy particularmente paludismo en los meses de la primavera.
En el siguiente gráfico podemos apreciar la evolución del número de enterramientos en las parroquias del municipio:
Si analizamos las cifras de enterramientos por meses a lo largo de 1918 podemos comprobar con claridad cuándo se produjo la epidemia:
Como se ve se aprecia un máximo muy claro en los meses de septiembre y, especialmente, octubre: los meses en los que se produjo la segunda oleada de la epidemia que fue la que más incidencia tuvo en todo el país. En ese mes de octubre se registraron un total de 30 enterramientos, en el de septiembre fueron 19. Se puede apreciar, como hemos indicado más arriba, un máximo secundario en los meses primaverales: marzo y mayo registraron un total de 14 en enterramientos, algo menos de la mitad que el mes de octubre.
Si comparamos los datos de fallecidos en el mes de octubre de 1918 según el Registro Civil con los de 1917 y 1919 (anterior y posterior a 1918) tenemos el siguiente gráfico que nos confirma la fuerte elevación de los fallecidos durante este mes de octubre de 1918:
Como dijimos, no es fácil concretar cuántos de estos fallecimientos o enterramientos correspondieron a los muertos específicamente por gripe debido, como también indicamos, a que pudieron dichos muertos pudieron inscribirse bajo el indicativo de otras enfermedades respiratorias. Hemos querido hacer una aproximación a estas causas de muerte: a continuación se exponen tres gráficos circulares correspondientes a las causas de fallecimiento de los meses de agosto, septiembre y octubre de 1918; en estos gráficos puede observarse cómo en septiembre y octubre las causas de muerte por enfermedades respiratorias son el mayor número de las registradas -agosto: 13%, septiembre: 57%, octubre: 67%-: pero debe tenerse en cuenta que aquí hemos agrupado los fallecidos tanto por gripe como por otras enfermedades respiratorias como bronquitis, bronconeumonía, neumonía...
Un último aporte estadístico de interés: la edad y sexo de los fallecidos/enterrados:
En este cuadro puede apreciarse un dato interesante respecto de los fallecidos en los meses de septiembre y octubre de 1918 en Hervás: frente a la concentración de fallecidos en muchos meses en los grupos de edad más jóvenes (párvulos: 0-7 años) o más ancianos (téngase en cuenta que la esperanza de vida hace un siglo en España era muy inferior a la actual), la epidemia gripal de septiembre-octubre fue mucho menos selectiva y se amplió a todos los grupos de edad, registrándose un porcentaje de fallecidos de edad adulta-joven y adulta considerable.
En este otro gráfico se puede observar la estructuración por edad y sexo de los fallecidos en el mes de octubre de 1918:
Efectivamente, y como es lógico, el grupo de fallecidos-enterrados más numeroso es el de los párvulos -grupo de población más débil y más sensible a la enfermedad- pero, como se ve, también hubo numerosos fallecidos de edad adulta y, hasta los 40 años, el número de mujeres fallecidas fue bastante superior al de hombres fallecidos, a partir de los 60 años, sin embargo, fue superior el número de hombres muertos por la epidemia.
Una vez analizados y pormenorizado los datos y estadísticas de fallecidos en Hervás por la epidemia de gripe debemos comentar algunas cuestiones referidas a la situación de la población y las actuaciones de las autoridades frente a la extensión de la epidemia.
Como decíamos más arriba la población de Hervás debió padecer otras enfermedades a lo largo del año 1918 -o, al menos, sus autoridades temieron su expansión por el municipio-: tenemos constancia del miedo y las precauciones que quiere tomar el Ayuntamiento de Hervás para prevenir una epidemia de tifus exantemático que, procedente de Portugal, se está extendiendo por el oeste peninsular. Por medio de un escrito el Alcalde de Hervás cita a los miembros de la Junta Municipal de Sanidad el día 13 de abril de 1918:
Escrito dirigido a Juan López, Enrique Fraile, Leandro Sánchez, Heliodoro Hernández y Narciso Lumeras:
"Los Sres. expresados al margen Vocales de la Junta Municipal de Sanidad de esta villa se servirán concurrir en el día de mañana 14 del actual y hora de las 11 de la misma a esta Casa Consistorial con el objeto de darles cuenta de la circular inserta en el Boletín Oficial del día 10 del corriente relativa a las medidas de prevención que han de adoptarse para evitar la presentación de la epidemia de tifus exantemático que tantos estragos está causando en Portugal.
Dada la importancia del asunto espero de Vds. su más puntual asistencia a expresada sesión.
Dios guarde a Vds. m. a. Hervás 13 de abril de 1918
Eulogio Martín".
Pocos días después, el Alcalde cita a los dueños de fábrica de aserrar maderas en la villa (D. Matías Álvarez, D. Eulogio Rubio, D. Matías Sánchez, D. Víctor Peña, D. David Rodríguez, D. José S. Matas, D. Anacleto Hinjos, D. Agustín Castellano y D. Jerásimo Mazo) en los siguientes términos:
"Dispuesto por el Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación que se vigile la entrada en los pueblos de todo individuo procedente de Portugal o de cualquier otro sitio infectado de tifus exantemático, con el fin de someterlo a vigilancia sanitaria y si fuese preciso a desinfección, y teniendo noticias esta Alcaldía de que con frecuencia vienen a esta villa obreros portugueses para trabajar en las fábricas de aserrar maderas, cumpliendo con lo acordado por la Junta Municipal de Sanidad en sesión celebrada en el día de ayer, requiero a Vds. para que en lo sucesivo den cuenta de los obreros procedentes de dicha Nación que se presenten en sus fábricas, para someterlos a la vigilancia expresada, advirtiéndoles que la falta del cumplimiento de este mandato daría lugar a responsabilidad que se les exigirá con todo rigor.
Sírvanse firmar el enterado de la presente al margen de la misma para que conste han sido requeridos en forma.
Dios guarde a Vds. m. a. Hervás 15 de abril de 1918.
Eulogio Martín".
También tenemos constancia de que a principios de mayo se produjeron casos de paludismo en la población, y lo sabemos a través de una carta que el Ayuntamiento de Hervás dirige a dos particulares: el día 2 de mayo de 1918 el Alcalde Constitucional de Hervás, Eulogio Martín, dirige un escrito a los vecinos Julio Rollán Martín y Linos Pérez Peralejo en los siguientes términos:
"No habiendo dado Vds. cumplimiento a lo acordado por esta Alcaldía de que procedieran inmediatamente a aterrar y desecar los pozos que existen en las fincas de su propiedad al sitio de Los Parrales, constituyendo un foco de infección por las miasmas que se desprenden de las aguas estancadas en los mismos siendo la causa del paludismo existente en la actualidad, en aumento cada día, ejecutando el acuerdo tomado por la Junta Municipal de Sanidad, por última vez requiero a Vds. para que en término de diez días a contar desde esta fecha proceda a cegar dichos pozos en la inteligencia de que si así no lo verifica pondré el hecho en conocimiento del Sr. Gobernador Civil de la provincia para que le exija las responsavilidades consiguientes por su desobediencia e infracción de las disposiciones dictadas sobre salubridad e higiene pública, sin perjuicio de proponer además al Ayuntamiento acuerde se ejecuten dichas obras por el Municipio y a costa de Vds. para conseguir desaparezcan en absoluto estos focos de infección así como la clausura del tejar que actualmente tiene en explotación.
Sírvanse Vds. firmar el recibo del duplicado de la presente a continuación, para que conste han sido requeridos en forma.
Dios guarde a V.m.a. Hervás a 2 de Mayo de 1918
Eulogio Martín".
-aparecen las firmas del recibí de los implicados-.
No hemos encontrado más información al respecto de este requerimiento, pero su existencia nos confirma esa situación de miedo a la expansión del paludismo en Hervás en mayo de 1918.
Como se aprecia, el Ayuntamiento de Hervás intentaba anticiparse a la expansión de cualquier foco de enfermedad infecciosa en la población tomando medidas preventivas...pero, en esas fechas, aún no conocían que ese mismo año tendrían que hacer cara a otra epidemia más seria y que, efectivamente, ocasionó muertos en la población.
Referida a esta epidemia de gripe de septiembre-octubre también hemos encontrado alguna referencia -escasa- a actuaciones de las autoridades municipales para luchar contra la expansión de la misma.
En efecto, en el acta de sesión ordinaria del Ayuntamiento del día 29 de octubre, ya pasados los momentos de mayor virulencia de la epidemia, puede leerse lo siguiente, sin duda referido a acuerdos de la Junta Municipal de Sanidad:
"A continuación fue aprobada por unanimidad la cuenta de los jornales invertidos en la colocación de una barraca en el Robledo para desinfectar a los viajeros procedentes de otros puntos que llegaron a esta villa con motivo de la epidemia reinante, así como las drogas que se han comprado con este objeto, importante en junto dicha cuenta 76,45 pesetas las cuales se abonaran con cargo a lo consignado en el Capítulo 5º, Articulo 8º del Presupuesto en ejercicio".
En el libro diario borrador de gastos de 1918, apunte nº 247, del día 31 de octubre se lee:
"Satisfecho a D. José Merino por pago hecho a los obreros expresados en la adjunta relación, importe de los gastos originados en el presente mes para la desinfección de viajeros con motivo de la epidemia de grippe reinante: 76,45 pesetas".
Son todas las noticias que hemos encontrado en el Archivo Municipal sobre acuerdos y medidas tomadas para prevenir la expansión de la gripe en Hervás.
Donde también hemos encontrado algunas referencias a la expansión de la epidemia de gripe en Hervás es el los medios de prensa de la época; en concreto, hemos encontrado información en la que se cita la situación de Hervás respecto de la epidemia de gripe los días finales de septiembre y de inicio de octubre de 1918 en muchos medios de prensa.
- La primera noticia que hemos encontrado se refiere al día 29 de septiembre: diferentes periódicos, como La Acción o El Imparcial, mencionan a Hervás como uno de los pueblos de la provincia en que se están registrando casos de gripe:
Es toda la información que hemos encontrado al respecto de esta mortífera epidemia que asoló a nuestra población, como a muchas otras del país y del mundo, hace ahora 100 años.
Sirvan estos humildes apuntes para rendir homenaje a aquella población hervasense de hace un siglo que tuvo que afrontar situaciones vitales de tanta dureza.