No sabemos nada de su infancia y juventud, que debió transcurrir en Hervás. En la sección de quintas del Archivo Municipal de Hervas aparece como mozo en los sorteos para establecer las quintas de soldados de los años 1845-1846 -Tomás González (de Vicente) pone en la inscripción-, lo que nos indica que estaba domiciliado en Hervás, aunque, probablemente, hubiera iniciado ya sus estudios de Derecho Público y Civil en Salamanca, estudios que le llevarían a alcanzar altas cotas de prestigio social y profesional.
Curiosamente, la mayor parte de los datos que conocemos sobre Tomás González Sánchez (el Relator González) los hemos conocido a partir de su fallecimiento y de los homenajes que se le tributaron en Hervás, su pueblo natal, a raiz de este fallecimiento.
Pues bien, D. Tomás González Sánchez, que había llegado a ser un importante jurisconsulto y Relator-Secretario de la Audiencia de Madrid (de ahí el calificativo de Relator González) falleció en Madrid el día 17 de marzo de 1879, cuando contaba con 52 años. El 4 de mayo de ese mismo año la Corporación Municipal de Hervás, en sesión ordinaria, se hace eco de este suceso deciciendo "que era llegado el momento de demostrar que esta localidad desea inmortalizar el esclarecido nombre de dicho Señor". Desde sus altos cargos jurídicos y políticos, el Relator González siempre intentó beneficiar los intereses de su pueblo natal, Hervás, "hasta el punto de haber ocupado todo su saber e influencia moral en beneficio de esta Población, para la que logró la traslación del Juzgado de 1ª Instrucción de Granadilla además de innumerables servicios particulares que desinteresadamente siempre había prestado a estos vecinos".
La prensa de Madríd se hizo eco de la noticia del fallecimiento de D. Tomás González Sánchez insertando esquelas y noticias alusivas al triste deceso y alabando la figura del fallecido.
Por todo ello, la Corporación Municipal, en esta sesión de 4 de mayo de 1879, "acordó que la calle Larga en que nació D. Tomás González y la Plaza de la Corredera en que vivió, se titulen Del Relator González, colocando, al efecto, dichas inscripciones en caracteres nada bulgares y visibles". Igualmente se acordó solicitar a su hijo el Sr. González Fiori un busto "del D. Tomás para colocarlo simétricamente en el Salón de sesiones del Ayuntamiento encima del Asiento de la Presidencia, sobre el cuadro del Jefe del Estado".
Se notificaron estos acuerdos al hijo de D. Tomás González, el diputado D. Joaquín González Fiori, quien contestó al Ayuntamiento de Hervás agradeciendo los acuerdos tomados y notificando la cesión de un busto solicitado (cuya fotografía hemos incluido más arriba en esta entrada) -se conserva en el Archivo Municipal de Hervás este intercambio de correspondencia-.
La colocación de las placas que denominaron las nuevas calles como Calle y Plaza del Relator González se llevó a efecto el día 17 de agosto de 1879, día que hubo en Hervás una función cívico-religiosa que incluyó misa, procesión, descubrimiento de rótulos y reparto de limosna a los pobres del municipio.
tienen 137 años y nunca han sido sustituidas
Varios periódicos del viernes 22 de agosto de 1879, entre ellos El Liberal de Madrid, daban así la noticia de los actos desarrollados en Hervás:
En el acto que se describe en la crónica anterior tomó la palabra para elogiar la figura del Relator González, tal como se indica en dicha crónica, el letrado D. Arsenio González Huebra quien, según aparece narrado en el acta de la sesión del mismo día de la celebración, hizo alusión a los estudios y cargos ocupados por el homenajeado: licenciado en Jurisprudencia, Relator de la Audiencia de Madrid por oposición pública "sin que para obtenerla pudiera hacer uso de la influencia de que carecía: que, dando bien pronto a conocer su superioridad intelectual, se captó las simpatías de sus compañeros, que le llamaban el Gran Memorión"; también ocupó el cargo de Secretario-Relator Decano y Magistrado de la Audiencia, obtuvo el Diploma de Caballero Comendador de la Real Orden de Carlos III, "que desde dichos cargos se constituyó siempre en defensor perenne de los intereses de este Pueblo al que amaba con delirio, [...] que entre los muchos servicios hechos por dicho Señor a este Pueblo se contaba el haber conseguido la traslación a esta villa del Juzgado de 1ª Instancia".
D. Tomás González Sánchez se casó con una italiana, hija del general Fiori: de este matrimonio nació D. Joaquín González Fiori, un interesante personaje que fue nombrado Hijo Adoptivo de Hervás y que, como su padre, recibió del Ayuntamiento de Hervás el honor de nominar un espacio público: la Plaza de González Fiori, en la que se sitúa el mismo Ayuntamiento.
En una biografía de D. Joaquín González Fiori, publicada en 1884, cuando su actividad política era muy intensa, se hacen las siguientes apreciaciones sobre al figura de su padre, el Relator González:
En otra reseña biográfica de Joaquín González Fiori publicada en 1882 se dice de su padre D. Tomás González: "El padre de D. Joaquín González Fiori es magistrado de la Audiencia de Madrid, y su nombre siempre ha sido pronunciado con respeto por los hombres de leyes y por cuanto han tenido ocasión de apreciar las altas dotes de moralidad y talento que le distinguen".
La calle del Relator González mantiene hoy su nombre y las placas originales de mármol blanco colocadas en agosto de 1879 como hemos indicado; son las placas de nombre de calles de Hervás más antiguas del municipio.
La plaza del Relator González (hoy Plaza de La Corredera) perdió este nombre en 1931, en los inicios de la II República, cuando, el día 20 de noviembre, la primera Corporación Republicana Socialista de Hervás acordó por mayoría "se rotule con el nombre de los gloriosos capitanes Galán y García Hernández a la actual Plaza del Relator González, encargando al efecto la placa correspondiente para colocarla en su día en el sitio que ocupa actualmente la que se suprime" -las placas con el nuevo nombre se colocaron en febrero de 1932-. Este acuerdo se tomó con la protesta de un concejal que recordó los beneficios que aportó a la villa de Hervás el Relator D. Tomás González. La presidencia del ayuntamiento, sin embargo, replicó que dicho señor ya daba nombre a una calle en el municipio, por lo que no se deshonraba su memoria cambiando el nombre a la plaza, como efectivamente se hizo. Esta plaza, la más céntrica del pueblo, ha tenido después los nombres de Plaza del General Franco y, finalmente -desde el 3 de octubre de 1984 con la primera corporación socialista de la democracia-, Plaza de La Corredera, recuperando así el nombre que tuvo antes de la rotulación como Plaza del Relator González en 1879.
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