DICIEMBRE1899:
LA TRISTE MUERTE DE D. JOAQUÍN GONZÁLEZ FIORI
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En noviembre de este mismo año hicimos una entrada dedicada a D. Tomás González Sánchez, el famoso Relator González. En ella indicábamos que se cumplían varios aniversarios referidos a la familia de D. Tomás; el más triste de estos aniversarios es el que referiremos en esta entrada: el fallecimiento de su hijo, al que Hervás nombró como Hijo Adoptivo y al que dedicó el espacio situado ante sus Casas Consistoriales: D. Joaquín González Fiori.
Resulta altamente complicado intentar abordar una biografía de D. Joaquín González Fiori (recordemos que había nacido en Madrid en 1845): se trata de un personaje muy complejo, con múltiples aristas vitales y profesionales (el político, el periodista, el diputado, el polemista, el admirado, el odiado,...). Por ello, y por que abordar una biografía general de González Fiori supera con mucho las pretensiones de este humilde blog, en esta entrada sólo nos referiremos al hecho vitalmente decisivo que es motivo de aniversario por estas fechas: su fallecimiento, ocurrido el día 16 de diciembre de 1899 y del que, por tanto, acaban de cumplirse 120 años. Podemos seguir todo el proceso de su rápida enfermedad y muerte, originadas tras las consecuencias de un lamentable accidente, a través de los periódicos del momento.
Todo parecía transcurrir con normalidad en la vida y en la actividad política de Joaquín González Fiori al comenzar el mes de noviembre de 1899. Sabemos a través de la prensa, podemos leerlo en el periódico La Época, que el día 4 de noviembre acompañó a la Comisión de Presupuestos del Congreso a una comisión de abogados de Cáceres en su reivindicación de lograr el mantenimiento de la Audiencia territorial de Cáceres.
Pero pronto va a ocurrir un trágico suceso que va a cambiar de forma drástica la vida de nuestro protagonista. Las circunstancias de este trágico suceso podemos leerlas en el periódico La Izquierda Dinástica que dirigía el mismo González Fiori el día 9 de noviembre y en el que se reproduce la declaración que hizo, tras el suceso, nuestro personaje en la delegación de vigilancia del distrito del Hospicio y en el juzgado de guardia (Atropello es el título del artículo en el que se narra el suceso).
Al parecer se dirigía nuestro protagonista la tarde del día 8 de noviembre hacia una imprenta cuando, al ir por la acera en la calle Fuencarral de Madrid, se vio involucrado en un desgraciado accidente del que, aparentemente, salió con pocos daños físicos, pero que le dejó unas importantes secuelas psicológicas. Por esta calle transcurrían, al parecer, diferentes sistemas de transporte de la época -tranvías, omnibus,...- y era una calle muy transitada. Al parecer, entorpecido por un carruaje de mudanzas, un tranvía estaba obstaculizado en una zona estrecha de esa calle Fuencarral cuando, en dirección contraria, y en el momento en que González Fiori y dos señoras que circulaban por la calle y tuvieron que bordear al tranvía, bajó a galope en sentido opuesto un omnibus de correos dirigido por cuatro caballos y conducido por dos hombres originando un accidente que casi aplastó a los tres transeuntes. Según se desprende de la crónica, el Sr. González Fiori ayudó a las dos señoras que, casi aplastadas, quedaron muy asustadas tras el accidente. Nuestro protagonista sufrío, al parecer, un golpe en el hombro izquierdo pero en esta declaración judicial no consta ningún otro daño físico.
Del seguimiento de los periódicos de esos días parece desprenderse que González Fiori siguió con su vida y su actividad política normal. El periódico El Correo Militar del día 13 de noviembre cita el propósito de una interpelación suya en el Congreso de los diputados.
Pero los acontecimientos se van a suceder con rapidez. González Fiori debió quedar muy "tocado" psicológicamente del accidente y sufrir un grave trastorno de estrés postraumático. El día 16 de noviembre el mismo periódico La Izquierda Dinástica (también otros como La Correspondencia de España de los días 16 y 17) hace una declaración intentando salir al paso de noticias alarmantes que están apareciendo en otros diarios. En esta declaración se indica que son exageradas esas noticias, aunque se matiza que la salud de González Fiori no es buena y se indica que tener la muerte cerca le ha originado una peligrosa excitación nerviosa que está siendo combatida por los médicos y, como demostración, se indica que la noche anterior pudo dormir algunas horas, por lo que los médicos piensan que "de no sobrevenir alguna complicación bastarán algunos días para que el señor Fiori recobre la salud completamente". También se indica que debe guardar reposo absoluto, no recibir visitas ni realizar trabajos mentales, por lo que no es aconsejable que acuda al Congreso (un detalle: el periódico La Izquierda Dinástica, que dirigía González Fiori, dejó de publicarse a partir del día 17 de noviembre o, al menos, no hemos encontrado ejemplares a partir de esa fecha).
Las siguientes noticias tardarán unos días en producirse, pero son la evidencia del agravamiento del estado del Sr. Fiori: el día 28 de noviembre el periódico La Dinastía confirma en una nota escueta que nuestro protagonista ha debido ser ingresado en un manicomio.
Y al día siguiente el Noticiero Salmantino informa de un preocupante agravamiento de su estado de salud que hace temer por su vida.
De nuevo transcurrirán unos días hasta que encontremos noticias de González Fiori, pero las siguientes, ya muy abundantes, son para informar de su fallecimiento en el manicomio de Ciempozuelos el día 16 de diciembre de 1899. Una gran parte de diarios, tanto de tirada nacional como regionales, se hicieron eco de la noticia.
Varios de estos periódicos hicieron una crónica más extensa, glosando la actividad política de González Fiori y lamentando su fallecimiento. Entre ellos, el periódico La Época incluía, el día 16, la siguiente reseña en la que nos ofrecía datos complementarios sobre las causas del fallecimiento:
"El Sr. González Fiori.
Esta mañana ha fallecido el Sr. D. Joaquín González Fiori, que se encontraba enfermo desde hace algunos días.
Como se recordará, el Sr. González Fiori sufrió un accidente en la calle, en el cual estuvo a punto de ser atropellado por un tranvía, suceso que le produjo gran impresión.
Había figurado como diputado en varias Cortes, representando siempre, como en las actuales, el distrito de Hoyos (Extremadura).
Entre los cargos de importancia que había desempeñado cuéntanse los de vicepresidente del Congreso y subsecretario de Gobernación. Ocupó este último siendo ministro D. Venancio González.
El Sr. González Fiori ejerció durante muchos años la abogacía, distinguiéndose en el Parlamento por la tenacidad con que llevaba a cabo sus campañas; lo prueba la parte que tomó en la discusión parlamentaria con motivo de la causa de Monasterio, y recientemente en otras discusiones contra otros hombres políticos.
El finado figuró también en el periodismo, dirigiendo La Izquierda Dinástica.
En política militaba en el partido liberal, de cuyo jefe estaba últimamente distanciado.
El Sr. González Fiori ha fallecido en el inmediato pueblo de Ciempozuelos, a donde hace algunos días fue conducido con objeto de que ingresara en el manicomio que allí existe.
Esta mañana tuvo un gran acceso de locura, que le produjo una apoplejía fulminante y poco después la muerte.
Como el finado era presidente de la Sacramental de San Justo, esta cofradía ha enviado un coche fúnebre con un féretro para conducir el cadáver a Madrid, a donde llegará mañana a las tres de la tarde.
El entierro se organizará en la Puerta de Atocha, de donde partirá a las tres.
La familia del finado ignora todavía la fatal noticia, que se le ha ocultado ante el temor de que una de las hijas, que se encuentra convaleciente de una reciente enfermedad, sufriera una recaída.
R.I.P."
También son variados los periódicos que informaron del entierro del Sr. González Fiori, que tuvo lugar el día 17. Se dio la circunstancia de que, por aquellos días, hubo un brote de tifus en Madrid, con lo que los fallecidos fueron muy numerosos y, entre ellos, otros personajes de la alta política y de la nobleza. Esta circunstancia originó que coincidieran en Madrid, casi a la vez, diferentes comitivas fúnebres, hecho que, de nuevo, fue remarcado por la prensa.
El periódico El Liberal del día 18 de diciembre narraba así el entierro del Sr. González Fiori:
"Después de las tres y media de la tarde quedó organizada en la Puerta de Atocha la fúnebre comitiva para conducir al cementerio de San Isidro los restos del señor González Fiori. Encerrados en un féretro de ébano, y éste sobre una carroza tirada por seis caballos, con los cocheros y servidores a la Federica, sobre la caja y en las columnas de la carroza veíanse muchas coronas de los hijos, parientes y amigos del finado, descollando una de flores naturales, muy hermosa, de la Academia de Jurisprudencia.
Doce porteros de la Academia, con hachones, rodeaban el carro fúnebre, siguiendo un coche de la casa, otro de la Academia de Jurisprudencia y una carroza de gala del Congreso.
El duelo lo presidían el Sr. D. Eduardo González Hoyos y otro pariente del finado y dos señores sacerdotes, figurando en él una representación de la Academia de Jurisprudencia, varios senadores y diputados y la directiva de la Hermandad de San Justo, de la que era presidente el Sr. González Fiori.
El cadáver recibió cristiana sepultura en el patio nuevo del cementerio de San Isidro, rezándose antes un responso en la capilla de la Sacramental.
La Comisión del Congreso la componían los señores duque de Bailén, Orellana, Cedrún de la Pedraja, Silvela (D. Faustino), Recio de Ipola y Díaz Cordobés.
Iban también en el cortejo los Sres. Cepeda, Isera, Carrión, Grande de Vargas, Becerra Armesto, Baselga, general Bernal, Las Heras y Oreste (D. Benito).
Asistieron comisiones muy numerosas de Cáceres, Plasencia, Hervás, Granadilla, Baños y otros muchos pueblos del distrito que el Sr. González Fiori representaba en Cortes".
Por último, la prensa nos informa también del funeral, celebrado el día 22 de diciembre:
El Ayuntamiento de Hervás no tardó en reaccionar ante la muerte de D. Joaquín González Fiori con la intención de rendirle homenaje. En el acta de pleno del día 24 de diciembre, ocho días después del fallecimiento, se lee en la sesión de pleno del Ayuntamiento la siguiente proposición:
"Los que suscriben Concejales de este Ilustre Ayuntamiento, tienen el honor de proponer a la aprobación del mismo:
1º. Que para honrar la memoria del que en vida fue Diputado a Cortes de este distrito e infatigable defensor de los asuntos de esta villa por lo que se le declaró Hijo Adoptivo de la misma, Don Joaquín González Fiori se le hagan honras fúnebres por su alma tan solemnes y suntuosas como lo permitan los medios que en la localidad haya, costeados por el Municipio y señalado sea el día y la hora se anuncie por los pueblos del Partido y Distrito electoral pro tarjetas hechas al efecto.
2º. Que en caso de acordado lo anterior el duelo se forme en la Casa Consistorial bajo la presidencia del Sr. Alcalde y de ella parta para la Iglesia Parroquial en que se celebren los funerales.
3º. Que para perpetuar memoria del finado, se le dé a una calle o plaza de esta localidad el nombre de González Fiori y
4º. Que todos los gastos que con este motivo se originen se satisfagan con cargo a lo consignado en el capítulo de Imprevistos. Hervás, 24 de Diciembre de 1899. José S. Matas-Eleuterio Robles.
Concedida que le fue la palabra a el Concejal Sr. Sánchez-Matas, firmante de la proposición leída, este Sr. la apoyó brevemente y puesta a votación fue aprobada por seis votos contra cuatro, acordándose en su virtud que los funerales se verifiquen el día dos del próximo mes de Enero en la Iglesia Parroquial de la Asunción a las diez de la mañana y que en lo sucesivo se denomine Plaza de González Fiori la que hasta ahora se ha conocido con el nombre de Plaza de la Tenería, ejecutándose en todas sus partes la proposición aprobada en la forma que queda dicho".
Sabemos que el mencionado funeral se celebró el día y hora señalado, ya que, como las demás noticias que venimos narrando, fue reseñada en la prensa de aquellos días, como podemos comprobar en El Imparcial de día 3 de enero de 1900:
La Plaza de González Fiori, en 1899 casi a las afueras del municipio, es el espacio en el que hoy se sitúan las Casas Consistoriales de Hervás (edificio que fue en su día Enfermería del Convento de Padres Franciscanos de la Bien Parada con sede en Abadía). Este espacio público había sido ampliado poco tiempo antes de su nueva denominación como plaza de González Fiori: el 23 de agosto de 1896 el pleno de Ayuntamiento de Hervás daba cuenta de la negociación con Dª. Juana Petra Hinjos para la expropiación de un terreno de viña "para el ensanche y alineación de mencionada plaza".
En el número de enero de 1900 de la Revista de Extremadura aparece publicado un panegírico de la figura de D. Joaquín González Fiori firmado por Daniel Berjano. Se puede leer lo siguiente:
"Fue González Fiori, letrado insigne del foro madrileño; tribuno integérrimo en el parlamento, orador clásico y experto periodista: pero sobre todo ello, y éste era el secreto de su simpatica popularidad, fue su carácter de una pieza con el alma de niño, en la que la rectitud tenía su asiento y la ingenuidad de su morada.
Sublebábale la iniquidad tanto como le complacía el prodigar el bien, y más que los adelantos propios, por él abandonados, movióle siempre el servicio de los amigos, al que consagraba cotidianamente ocho o diez horas.
Potentados o humildes, no habrá nadie que al acudir a él no haya puesto en movimiento su acción incansable, de que dan patente testimonio las obras públicas conseguidas para el distrito de Hoyos, que representó desde 1872 hasta su muerte, la campaña en favor de la Audiencia de lo Criminal de Plasencia, la conservación del Juzgado de Hervás y cien más que pudiéramos citar.
Un dato bastará para hacer su semblanza moral; entró rico en la política, y raudo el torrente, que a los 25 años le hacía diputado y a los 35 Subsecretario del Ministerio de la Gobernación, elevándole poco después en dos ocasiones a la Vicepresidencia de la Cámara popular, consumióle su acreditado bufete el heredado patrimonio y la vida: fuélo todo para los demás, negándose todo para sí.
Bien merece, pues, que de él digamos, como Núñez de Arce, del gran Rios-Rosas, con quien tantas analogías tuvo nuesto inolvidable amigo:
Tú dormirás en paz ¡oh varón fuerte!
Con el sol de la patria que declina.
Y es venturosa y envidiable suerte
reposar en los brazos de la muerte
cuando todo es dolor, vergüenza y ruina."
Daniel Berjano
Terminaremos la entrada indicando que no fue Hervás el único pueblo que conmemoró la memoria de D. Joaquín González Fiori con el nombre de una vía pública (recordemos que Hervás, además, le había nombrado Hijo Adoptivo en mayo de 1879); hemos encontrado una calle con el nombre de nuestro protagonista en la localidad de Cilleros: tal honor le fue otorgado pocos meses antes de su fallecimiento, en concreto en marzo de ese fatídico 1899.
Nota: El texto de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS no ha sido nunca publicado.
La propiedad intelectual de dicho texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro Emilio López Calvelo).
Todo parecía transcurrir con normalidad en la vida y en la actividad política de Joaquín González Fiori al comenzar el mes de noviembre de 1899. Sabemos a través de la prensa, podemos leerlo en el periódico La Época, que el día 4 de noviembre acompañó a la Comisión de Presupuestos del Congreso a una comisión de abogados de Cáceres en su reivindicación de lograr el mantenimiento de la Audiencia territorial de Cáceres.
Pero pronto va a ocurrir un trágico suceso que va a cambiar de forma drástica la vida de nuestro protagonista. Las circunstancias de este trágico suceso podemos leerlas en el periódico La Izquierda Dinástica que dirigía el mismo González Fiori el día 9 de noviembre y en el que se reproduce la declaración que hizo, tras el suceso, nuestro personaje en la delegación de vigilancia del distrito del Hospicio y en el juzgado de guardia (Atropello es el título del artículo en el que se narra el suceso).
Al parecer se dirigía nuestro protagonista la tarde del día 8 de noviembre hacia una imprenta cuando, al ir por la acera en la calle Fuencarral de Madrid, se vio involucrado en un desgraciado accidente del que, aparentemente, salió con pocos daños físicos, pero que le dejó unas importantes secuelas psicológicas. Por esta calle transcurrían, al parecer, diferentes sistemas de transporte de la época -tranvías, omnibus,...- y era una calle muy transitada. Al parecer, entorpecido por un carruaje de mudanzas, un tranvía estaba obstaculizado en una zona estrecha de esa calle Fuencarral cuando, en dirección contraria, y en el momento en que González Fiori y dos señoras que circulaban por la calle y tuvieron que bordear al tranvía, bajó a galope en sentido opuesto un omnibus de correos dirigido por cuatro caballos y conducido por dos hombres originando un accidente que casi aplastó a los tres transeuntes. Según se desprende de la crónica, el Sr. González Fiori ayudó a las dos señoras que, casi aplastadas, quedaron muy asustadas tras el accidente. Nuestro protagonista sufrío, al parecer, un golpe en el hombro izquierdo pero en esta declaración judicial no consta ningún otro daño físico.
Del seguimiento de los periódicos de esos días parece desprenderse que González Fiori siguió con su vida y su actividad política normal. El periódico El Correo Militar del día 13 de noviembre cita el propósito de una interpelación suya en el Congreso de los diputados.
Pero los acontecimientos se van a suceder con rapidez. González Fiori debió quedar muy "tocado" psicológicamente del accidente y sufrir un grave trastorno de estrés postraumático. El día 16 de noviembre el mismo periódico La Izquierda Dinástica (también otros como La Correspondencia de España de los días 16 y 17) hace una declaración intentando salir al paso de noticias alarmantes que están apareciendo en otros diarios. En esta declaración se indica que son exageradas esas noticias, aunque se matiza que la salud de González Fiori no es buena y se indica que tener la muerte cerca le ha originado una peligrosa excitación nerviosa que está siendo combatida por los médicos y, como demostración, se indica que la noche anterior pudo dormir algunas horas, por lo que los médicos piensan que "de no sobrevenir alguna complicación bastarán algunos días para que el señor Fiori recobre la salud completamente". También se indica que debe guardar reposo absoluto, no recibir visitas ni realizar trabajos mentales, por lo que no es aconsejable que acuda al Congreso (un detalle: el periódico La Izquierda Dinástica, que dirigía González Fiori, dejó de publicarse a partir del día 17 de noviembre o, al menos, no hemos encontrado ejemplares a partir de esa fecha).
Las siguientes noticias tardarán unos días en producirse, pero son la evidencia del agravamiento del estado del Sr. Fiori: el día 28 de noviembre el periódico La Dinastía confirma en una nota escueta que nuestro protagonista ha debido ser ingresado en un manicomio.
Y al día siguiente el Noticiero Salmantino informa de un preocupante agravamiento de su estado de salud que hace temer por su vida.
De nuevo transcurrirán unos días hasta que encontremos noticias de González Fiori, pero las siguientes, ya muy abundantes, son para informar de su fallecimiento en el manicomio de Ciempozuelos el día 16 de diciembre de 1899. Una gran parte de diarios, tanto de tirada nacional como regionales, se hicieron eco de la noticia.
"El Sr. González Fiori.
Esta mañana ha fallecido el Sr. D. Joaquín González Fiori, que se encontraba enfermo desde hace algunos días.
Como se recordará, el Sr. González Fiori sufrió un accidente en la calle, en el cual estuvo a punto de ser atropellado por un tranvía, suceso que le produjo gran impresión.
Había figurado como diputado en varias Cortes, representando siempre, como en las actuales, el distrito de Hoyos (Extremadura).
Entre los cargos de importancia que había desempeñado cuéntanse los de vicepresidente del Congreso y subsecretario de Gobernación. Ocupó este último siendo ministro D. Venancio González.
El Sr. González Fiori ejerció durante muchos años la abogacía, distinguiéndose en el Parlamento por la tenacidad con que llevaba a cabo sus campañas; lo prueba la parte que tomó en la discusión parlamentaria con motivo de la causa de Monasterio, y recientemente en otras discusiones contra otros hombres políticos.
El finado figuró también en el periodismo, dirigiendo La Izquierda Dinástica.
En política militaba en el partido liberal, de cuyo jefe estaba últimamente distanciado.
El Sr. González Fiori ha fallecido en el inmediato pueblo de Ciempozuelos, a donde hace algunos días fue conducido con objeto de que ingresara en el manicomio que allí existe.
Esta mañana tuvo un gran acceso de locura, que le produjo una apoplejía fulminante y poco después la muerte.
Como el finado era presidente de la Sacramental de San Justo, esta cofradía ha enviado un coche fúnebre con un féretro para conducir el cadáver a Madrid, a donde llegará mañana a las tres de la tarde.
El entierro se organizará en la Puerta de Atocha, de donde partirá a las tres.
La familia del finado ignora todavía la fatal noticia, que se le ha ocultado ante el temor de que una de las hijas, que se encuentra convaleciente de una reciente enfermedad, sufriera una recaída.
R.I.P."
También son variados los periódicos que informaron del entierro del Sr. González Fiori, que tuvo lugar el día 17. Se dio la circunstancia de que, por aquellos días, hubo un brote de tifus en Madrid, con lo que los fallecidos fueron muy numerosos y, entre ellos, otros personajes de la alta política y de la nobleza. Esta circunstancia originó que coincidieran en Madrid, casi a la vez, diferentes comitivas fúnebres, hecho que, de nuevo, fue remarcado por la prensa.
El periódico El Liberal del día 18 de diciembre narraba así el entierro del Sr. González Fiori:
"Después de las tres y media de la tarde quedó organizada en la Puerta de Atocha la fúnebre comitiva para conducir al cementerio de San Isidro los restos del señor González Fiori. Encerrados en un féretro de ébano, y éste sobre una carroza tirada por seis caballos, con los cocheros y servidores a la Federica, sobre la caja y en las columnas de la carroza veíanse muchas coronas de los hijos, parientes y amigos del finado, descollando una de flores naturales, muy hermosa, de la Academia de Jurisprudencia.
Doce porteros de la Academia, con hachones, rodeaban el carro fúnebre, siguiendo un coche de la casa, otro de la Academia de Jurisprudencia y una carroza de gala del Congreso.
El duelo lo presidían el Sr. D. Eduardo González Hoyos y otro pariente del finado y dos señores sacerdotes, figurando en él una representación de la Academia de Jurisprudencia, varios senadores y diputados y la directiva de la Hermandad de San Justo, de la que era presidente el Sr. González Fiori.
El cadáver recibió cristiana sepultura en el patio nuevo del cementerio de San Isidro, rezándose antes un responso en la capilla de la Sacramental.
La Comisión del Congreso la componían los señores duque de Bailén, Orellana, Cedrún de la Pedraja, Silvela (D. Faustino), Recio de Ipola y Díaz Cordobés.
Iban también en el cortejo los Sres. Cepeda, Isera, Carrión, Grande de Vargas, Becerra Armesto, Baselga, general Bernal, Las Heras y Oreste (D. Benito).
Asistieron comisiones muy numerosas de Cáceres, Plasencia, Hervás, Granadilla, Baños y otros muchos pueblos del distrito que el Sr. González Fiori representaba en Cortes".
Nota:
un entierro “a la Federica” es un
entierro realizado con lujo y postín (al estilo de los tiempos de Federico el
Grande de Prusia, literalmente). En este tipo de entierros el ataúd del difunto
es transportado por las calles con un carruaje tirado por caballos con cocheros
vestidos con casacas bordadas de oro, plata o azabache, chaleco bordado y
camisa blanca con chorreras. Es un tipo de entierro reservado a personajes
relevantes y/o nobles.
Por último, la prensa nos informa también del funeral, celebrado el día 22 de diciembre:
"Los que suscriben Concejales de este Ilustre Ayuntamiento, tienen el honor de proponer a la aprobación del mismo:
1º. Que para honrar la memoria del que en vida fue Diputado a Cortes de este distrito e infatigable defensor de los asuntos de esta villa por lo que se le declaró Hijo Adoptivo de la misma, Don Joaquín González Fiori se le hagan honras fúnebres por su alma tan solemnes y suntuosas como lo permitan los medios que en la localidad haya, costeados por el Municipio y señalado sea el día y la hora se anuncie por los pueblos del Partido y Distrito electoral pro tarjetas hechas al efecto.
2º. Que en caso de acordado lo anterior el duelo se forme en la Casa Consistorial bajo la presidencia del Sr. Alcalde y de ella parta para la Iglesia Parroquial en que se celebren los funerales.
3º. Que para perpetuar memoria del finado, se le dé a una calle o plaza de esta localidad el nombre de González Fiori y
4º. Que todos los gastos que con este motivo se originen se satisfagan con cargo a lo consignado en el capítulo de Imprevistos. Hervás, 24 de Diciembre de 1899. José S. Matas-Eleuterio Robles.
Concedida que le fue la palabra a el Concejal Sr. Sánchez-Matas, firmante de la proposición leída, este Sr. la apoyó brevemente y puesta a votación fue aprobada por seis votos contra cuatro, acordándose en su virtud que los funerales se verifiquen el día dos del próximo mes de Enero en la Iglesia Parroquial de la Asunción a las diez de la mañana y que en lo sucesivo se denomine Plaza de González Fiori la que hasta ahora se ha conocido con el nombre de Plaza de la Tenería, ejecutándose en todas sus partes la proposición aprobada en la forma que queda dicho".
Sabemos que el mencionado funeral se celebró el día y hora señalado, ya que, como las demás noticias que venimos narrando, fue reseñada en la prensa de aquellos días, como podemos comprobar en El Imparcial de día 3 de enero de 1900:
La Plaza de González Fiori, en 1899 casi a las afueras del municipio, es el espacio en el que hoy se sitúan las Casas Consistoriales de Hervás (edificio que fue en su día Enfermería del Convento de Padres Franciscanos de la Bien Parada con sede en Abadía). Este espacio público había sido ampliado poco tiempo antes de su nueva denominación como plaza de González Fiori: el 23 de agosto de 1896 el pleno de Ayuntamiento de Hervás daba cuenta de la negociación con Dª. Juana Petra Hinjos para la expropiación de un terreno de viña "para el ensanche y alineación de mencionada plaza".
En el número de enero de 1900 de la Revista de Extremadura aparece publicado un panegírico de la figura de D. Joaquín González Fiori firmado por Daniel Berjano. Se puede leer lo siguiente:
"Fue González Fiori, letrado insigne del foro madrileño; tribuno integérrimo en el parlamento, orador clásico y experto periodista: pero sobre todo ello, y éste era el secreto de su simpatica popularidad, fue su carácter de una pieza con el alma de niño, en la que la rectitud tenía su asiento y la ingenuidad de su morada.
Sublebábale la iniquidad tanto como le complacía el prodigar el bien, y más que los adelantos propios, por él abandonados, movióle siempre el servicio de los amigos, al que consagraba cotidianamente ocho o diez horas.
Potentados o humildes, no habrá nadie que al acudir a él no haya puesto en movimiento su acción incansable, de que dan patente testimonio las obras públicas conseguidas para el distrito de Hoyos, que representó desde 1872 hasta su muerte, la campaña en favor de la Audiencia de lo Criminal de Plasencia, la conservación del Juzgado de Hervás y cien más que pudiéramos citar.
Un dato bastará para hacer su semblanza moral; entró rico en la política, y raudo el torrente, que a los 25 años le hacía diputado y a los 35 Subsecretario del Ministerio de la Gobernación, elevándole poco después en dos ocasiones a la Vicepresidencia de la Cámara popular, consumióle su acreditado bufete el heredado patrimonio y la vida: fuélo todo para los demás, negándose todo para sí.
Bien merece, pues, que de él digamos, como Núñez de Arce, del gran Rios-Rosas, con quien tantas analogías tuvo nuesto inolvidable amigo:
Tú dormirás en paz ¡oh varón fuerte!
Con el sol de la patria que declina.
Y es venturosa y envidiable suerte
reposar en los brazos de la muerte
cuando todo es dolor, vergüenza y ruina."
Daniel Berjano
Terminaremos la entrada indicando que no fue Hervás el único pueblo que conmemoró la memoria de D. Joaquín González Fiori con el nombre de una vía pública (recordemos que Hervás, además, le había nombrado Hijo Adoptivo en mayo de 1879); hemos encontrado una calle con el nombre de nuestro protagonista en la localidad de Cilleros: tal honor le fue otorgado pocos meses antes de su fallecimiento, en concreto en marzo de ese fatídico 1899.
Nota: El texto de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS no ha sido nunca publicado.
La propiedad intelectual de dicho texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro Emilio López Calvelo).
La reproducción total o parcial de este texto en alguna publicación o cartel deberá hacer constar con claridad su autoría, así como la referencia de la publicación en que hubiera sido previamente difundida por su autor. Su uso comercial queda supeditado a la expresa autorización del autor.
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