Este blog no podía ser ajeno a este aniversario, por ello haremos una entrada en la que se narren las circunstancias que llevaron a aquella declaración de Hervás como Conjunto Histórico-Artístico.
Para ello trasuntaremos un reciente artículo aparecido en la última Revista de Ferias y Fiestas (2018) y escrito por la persona que ha ejercido durante los últimos años como archivero municipal: Sebastián Caballero González, a quien queremos agradecer su amabilidad en la autorización de la reproducción de su cuidado y excelente trabajo.
(Nota: las imágenes que hemos incluido en esta entrada son diferentes de las que incluía el trabajo original de Sebastián Caballero).
50 ANIVERSARIO DE LA DECLARACIÓN DE HERVÁS COMO CONJUNTO HISTÓRICO
El próximo 13 de febrero del 2019 Hervás conmemorará el 50 aniversario de la declaración de Conjunto Histórico Artístico. Un beneficio importante para la villa que se inició tres años antes en la sesión del 29 de julio de 1966, cuando la corporación municipal votó por unanimidad lo siguiente: "Atendiendo: a) Al tesoro histórico-artístico que representa el Barrio bajo o Barrio judío de esta Villa, de origen medieval, en el que aún se conservan los nombres de sus calle, tales la del Rabilero y la Sinagoga, y cuyas construcciones permanecen a través de los siglos con el tipismo de aquella época. b) A razones de tipo turístico. c) A la obligación que tienen los Ayuntamientos de velar por la conservación de estos conjuntos históricos-artísticos que existen en sus términos municipales. Previa amplia deliberación, se acuerda, por unanimidad, elevar instancia razonada a la Real Academia de la Historia o a la de Bellas Artes, según corresponda, en solicitud de que, previos los requisitos pertinentes, se declare histórico-artístico el Barrio Judío de esta Villa".
En la solicitud cursada a la Real Academia de la Historia del 8 de agosto de 1966 el alcalde justifica la petición en base a lo siguiente: I) Está rodeada de altas y abruptas montañas, siendo la sierra rica en nieve durante la mayor parte del año. Por las bellezas naturales que posee, su clima, sus comunicaciones, y el buen funcionamiento de sus servicios municipales, es muy visitado, en la época estival, por ser centro de veraneo y de partida de muy atrayentes y variadas excursiones. II) En los Certámenes de embellecimiento de todos los pueblos de la Provincia, Hervás obtuvo diferentes premios, en los años 1958, 1960 y 1961, logrando en el año 1959 el PREMIO DE HONOR. III) En la Prensa y en la Radio y otras publicaciones han considerado con gran detalle las circunstancias de esta Villa, en sus diferentes facetas, y se la ha citado por algunos escritores reiteradamente como LA SUIZA EXTREMEÑA.
Tres semanas después el pleno acordó seguir con el expediente modificando la denominación de "Monumento" por el de "Conjunto" ampliando su área de influencia. Exactamente señala que se modifique en el sentido de que se denomine "Conjunto histórico-artístico" y se incorpore a la solicitud de tal declaración, además del Barrio Judío, las Iglesias de Santa María y San Juan y la Casa de los Dávila, sita en la calle de Asensio Neila.
A la solicitud cursada se le adjuntó una escueta documentación consistente en: a) Un folleto de la Junta Provincial de Turismo relativo a HERVÁS, b) Cuatro fotografías del Barrio judío y c) Certificación de los acuerdos municipales relacionados con esta instancia. Con este exiguo expediente deciden acompañar una solicitud a la Real Academia de la Historia y otra a la de Bellas Artes.
A partir de aquí se iniciará un largo proceso que durará tres años. Lo podemos secuenciar a través de la correspondencia hallada en nuestro Archivo Municipal, mediante la cual quedará de manifiesto el empeño, la generosidad y la colaboración de personajes ilustres de la época que hicieron posible su consecución. Veamos: al tiempo que envía las solicitudes a las dos Academias (la de Historia y la de Bellas Artes), el alcalde, Gaspar López Gil, aprovechando la amistad que le unía con algunos próceres, escribe varias cartas solicitando ayuda para sacar adelante el proyecto. El primero en responder fue Emilio González de Hervás. Lo hace en una carta el 11 de agosto de ese mismo año (1966) manifestando su firme voluntad de colaborar con él. Unos meses antes este insigne poeta había grabado su Misa del Cante Grande con enorme éxito internacional, y había tenido la gentileza para con Hervás al permitir aquí la primera audición de tan acertada grabación fonográfica, felicitándoles por el gran éxito obtenido en el acto que, a tal efecto, se organizó en esta Casa Consistorial. Deducimos que de esta recíproca amistad entre Gaspar López y Emilio González saldría el primer impulso para la importante empresa que se iniciaba.
Con respecto a la solicitud dirigida a la Real Academia de la Historia sabemos que Emilio González de Hervás consigue influir a través de su amigo Francisco Esteve, uno de los jefes de la Biblioteca Nacional y premio nacional de literatura. Éste, con fecha de 14 de septiembre de ese mismo año, escribe al académico Julio Caro Baroja para que interceda a favor de Hervás en la declaración de Conjunto Histórico diciéndole: "...conozco aquel bellísimo rincón y tengo el temor de que se vaya desmoronando. Ya hay por allí uralitas incrustadas en las paredes de adobe". Con la misma argumentación el Sr. Esteve se dirige al también académico de la Historia, Francisco Cantera. Éste y Julio Caro Baroja le contestan muy amablemente asegurándole que así lo harán.
Impaciente, el alcalde insiste en saber cómo va el expediente, y para tranquilizarle Emilio González le reenviará las cartas que envió a Esteve, Cantera y Caro Baroja, asegurándole que, a pesar de sus muchas ocupaciones, no ha dejado de interesarse. Por fin el secretario perpetuo de la Real Academia de la Historia el 23 de noviembre de 1966 escribe al alcalde diciéndole: "Me complace manifestarle que nuestra Real Academia aprobó, en su sesión de 11 del corriente mes [noviembre 1966] y en sentido favorable, la declaración de Conjunto Histórico-Artístico a favor del Barrio Judío de esa villa, solicitud que sigue el curso reglamentario". Gracias a la mediación de Emilio González de Hervás y al interés mostrado por Francisco Esteve, Francisco Cantera, Julio Caro Baroja y Dámaso Alonso el expediente se resolvió favorablemente para Hervás en un tiempo record.
El curso reglamentario era que lo aprobase también la Real Academia de Bellas Artes. Y es aquí donde entra un nuevo personaje, también protagonista principal en este asunto. Nos referimos a Enrique Pérez Comendador, al cual vemos contestando el 16 de noviembre de 1966 a la solicitud previa que le hizo el alcalde para que intercediera en el asunto, y lo hace en tono más riguroso que anteriormente lo hicieron los miembros de la Academia de la Historia, diciendo: "...por la copia que incluías vi que lo que mandáis era insuficiente para un juicio de la comisión de documentos y de la Academia sobre el interés turístico de Hervás. En efecto he venido a la Academia para examinar el expediente y veo que mandáis cuatro fotografías que tienen poco interés. Es necesario que mandéis fotografías de: portada de la Iglesia de Santa María y algún otro aspecto arquitectónico de la misma cuando menos. Igualmente de la Iglesia de San Juan o del Convento. También algunos aspectos del conjunto del pueblo y del Barrio judío. También los datos que enviáis son demasiado someros. ¿Por qué no os habéis asesorado del Conde de Canilleros o de alguien de Plasencia, Béjar o Cáceres que os hiciera algo más completo?". También sugiere que debe ampliarse bastante más la zona a incluir en el conjunto y le pide que le envíen cuanto antes las fotografías y todo lo demás porque el lunes lo examinará la Comisión Central de monumentos, la que de aceptarlo nombrará un ponente para que dictamine.
Cinco días después vuelve a escribir al alcalde para decirle que: "Como otras veces que de Extremadura se trata -Olivenza, Llerena, Jerez de los Caballeros...- he sido nombrado ponente para emitir el dictamen sobre nuestro pueblo, en la reunión celebrada por dicha comisión esta noche. Ruégote pues que releas mi carta anterior y hagáis lo posible por enviarme las fotografías y los datos que os hablaba en ella para poder unirlos al expediente que tras mi dictamen será examinado de nuevo por la Comisión de monumentos y sometido a la aprobación del pleno antes de ser enviado a la Dirección General de Bellas Artes". Al día siguiente Gaspar López le escribe muy agradecido adjuntándole 6 nuevas fotografías.
Con estos dos apoyos, el de Emilio González y Pérez Comendador, podemos decir que el proyecto no podía ir mejor, sin embargo, la máquina burocrática empieza a exigir su propia digestión. Todo lo que queda del año 1967 es un incierto compás de espera, y por ello, desde la alcaldía, Gaspar López, decide darle un nuevo impulso, esta vez más político, escribiendo a su amigo el influyente alcalde de Cáceres, Alfonso Díaz Bustamante, el cual le responde que desde ese momento iniciará sus gestiones ante Gratiniano Nieto, el director de la Academia de Bellas Artes.
Llega el año 1968 y el asunto no tenía visos de progreso. Por ello el alcalde, después de consultar con Enrique Pérez Comendador y constatar que la Declaración está parada como otras muchas y solo una recomendación del Dtor. General de algún Ministro y alto jerarca del Opus valdría ahora para ponerla en marcha, decide pedir a su amigo Fernando Hernández Gil, natural de Baños de Montemayor y en aquellos años subsecretario de Agricultura, que intervenga en el asunto ante su ministro por dice que: "...este expediente fue dictaminado en sentido favorable, tanto por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando como por la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional, hallándose tal expediente, por tanto, pendiente de la resolución ministerial". El 22 de enero de 1969 contesta Fernando Hernández Gil: "Con mucho gusto me he ocupado de este asunto cerca de la Dirección General de Bellas Artes. Hoy me comunican que dicho expediente se encuentra pendiente de llevar al Consejo de Ministros, habiéndoseles interesado, por mi parte, que se active en lo posible la marcha de este asunto". Y le responde Gaspar López: "Ya he visto en la referencia del último Consejo de Ministros la aprobación del expediente antes citado. Gracias, muchas gracias, por su pronta y eficacísima gestión".
Por fin el tema se trata en el Consejo de Ministros el 24 de enero de 1969, donde se aprueba la declaración de Conjunto Histórico-Artístico al Barrio judío, con la Iglesia de Santa María y de San Juan, y la Casa de los Dávila. Atrás quedaron tres años de espera e incertidumbre, durante los cuales el alcalde de entonces supo jugar hábilmente sus cartas, quizás con más voluntarismo y aprecio de lo propio que con el rigor histórico requerido, como se hacían las cosas antes, pero, con todo, creemos que pudo más la voluntad y el entusiasmo que las cuestiones técnicas y la aprobación de declaración de Conjunto Histórico Artístico fue una realidad que se concretó en el decreto 308 del 13 de febrero de 1969. Lo que supuso un punto de inflexión en el discurrir cotidiano de Hervás, pues a partir de ese momento la corporación municipal, así como los propietarios de los inmuebles enclavados en este conjunto, quedan obligados a la más estricta observancia de las Leyes del Tesoro Artístico del Suelo y Ordenación Urbana y la tutela de este conjunto queda bajo la protección del Estado, será ejercida a través de su Dirección General de Bellas Artes, por el Ministerio de Educación y Ciencia, al que se faculta para dictar cuantas disposiciones sean necesarias para el mejor desarrollo y ejecución del presente decreto.
Creemos que para Hervás y los hervasenses hubo un antes y un después en aspectos conservacionistas y en su medio ambiente pues, como quedó reflejado en el artículo segundo de este decreto: Esta declaración comprenderá la extensión que se señala en el plano unido al expediente, con las iglesias de Santa María y San Juan, y la Casa de los Dávila, con sus alrededores inmediatos, que se considerarán zonas histórico-artísticas propiamente dichas y que deberán conservarse en todo su carácter. El resto de la población se calificará como "Zona de respeto".
De ahí que, en parte a ello, todavía hoy Hervás siga siendo uno de los pueblos más bellos de España y su Barrio Judío uno de los mejor conservados de cuantos integran la actual Red de Juderías, tal y como se ha demostrado y validado recientemente en las numerosas encuestas hechas en las redes sociales.
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