TRASUNTO

(Del lat. transumptus, part. pas. de transumĕre, tomar de otro).

1. m. Copia escrita de un original.

2. m. Imitación exacta, imagen o representación de algo.

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Este blog nace con vocación histórica.

En él pretendemos plasmar artículos de contenido histórico que han ido apareciendo en la Revista de Ferias y Fiestas de Hervás a lo largo de los años a los que añadiremos algunas aportaciones personales del autor del blog.

El título del blog Trasuntos de Hervás está copiado, precisamente, del título de un artículo histórico aparecido en la Revista de Ferias y Fiestas de Hervás de 1962.

Somos conscientes que una parte importante del contenido de algunos de estos artículos antigüos ha podido ser superado por estudios historiográficos más modernos que han actualizado los conocimientos sobre la historia de Hervás, aún así nos parece importante rescatarlos del olvido y hacerlos accesibles a un público interesado.

lunes, 7 de agosto de 2017

EL ARBOL DE PIEDRA DE HERVÁS: EL ROLLO DE 1818

EL ARBOL DE PIEDRA DE HERVÁS: EL ROLLO DE 1818

Copyright © 2017 Pedro Emilio López Calvelo

En una entrada anterior, de noviembre de 2016, que titulamos como 1 DICIEMBRE 1816: HERVÁS, VILLA DE POR SÍ Y SOBRE SÍ (http://trasuntosdehervas.blogspot.com.es/2016/11/1-diciembre-1816-villa-de-por-si-y.html) indicamos que uno de los procesos necesarios para la posesión de Villazgo de Hervás fue la colocación de estos signos de Villazgo, que tal como aparecen en el Real Privilegio de Exención y Villazgo de Hervás (firmado por el rey Fernando VII el 18 de noviembre de 1816 y posesionado en Hervás el 1 de diciembre de ese año): Colocación de los signos de Villazgo: Horca, Picota, Cuchillo y Argolla:

"Horca compuesta de tres Maderas y un cuchillo de hierro atravesado en el medio en el camino que llaman El Robledo (...) y en el sitio nombrado de los Mártires un rollo o Picota grande con cuatro ganchos de hierro y a el lado de la Puerta de la Carnicería Pública una Argolla también de hierro, todo en señal de posesión de la Jurisdicción concedida a esta villa por S.M."
  

De aquellos signos de Villazgo colocados en 1816 en Hervás sólo perdura el rollo, al que dedicaremos esta entrada de nuestro blog.
  
Rollo y picota: un monumento para dos realidades jurídicas diferentes.
  
En el lenguaje común, con el paso del tiempo, los términos rollo y picota han terminado por confundirse, de forma que es habitual (incluso en bibliografía histórica) utilizar los términos sinónimamente. 

Sin embargo, si se profundiza en el análisis de una bibliografía un poco especializada se entiende que los término picota y rollo no expresan la misma realidad jurídica y tienen un origen distinto, aunque ambos desempeñaban una importante función en la regulación de las conductas y en el sistema de control social en la España (aunque también en Portugal) medieval y moderna. El rollo y la picota eran monumentos que ejemplificaban en las poblaciones ese sistema de control social, pero, en principio, eran distintos monumentos (que, en ocasiones, con el paso del tiempo llegaron a asimilarse en uno solo).
  
La picota es un elemento más antiguo que el rollo y tenía una finalidad punitiva efectiva, es decir, era un instrumento colocado en algún lugar del municipio que debía servir para infligir un castigo físico –también moral- a los acusados de algún delito (generalmente menor): es, en realidad, una columna de la vergüenza que, con formas varias se extendió, realmente, por toda Europa y, tras la conquista, por América. 

Las penas de exhibición en picota son muy antiguas, ya aparecen recogidas en las Partidas de Alfonso X, en el siglo XIII, considerándose como una pena leve destinada al castigo y deshonra de los delincuentes; solían ser, por tanto, postes para la exposición a la vergüenza pública y allí azotar a los malhechores (en la bibliografía antigua también consta que allí se podía mutilar o ejecutar a condenados a penas graves -aunque no era excesivamente frecuente, ya que solía ser más común la aplicación de la horca para estos delitos graves-, además de exponer en ella los restos de los ajusticiados en casos de condena a descuartizamiento y exposición).

Por lo general, las picotas eran instrumentos sencillos, construidos en madera y sin interés artístico ni simbólico (por eso no es normal que se hayan conservado con el tiempo y que existan pocas referencias documentales de ellos).
  
El rollo es un símbolo jurisdiccional que representa un concepto concreto: la categoría administrativa de la localidad y el régimen al que quedaba sometida, ya que el rollo sólo podía alzarse en aquellas localidades que adquirían la condición de Villas. Por tanto, el rollo servía para hacer pública la condición de Villa adquirida por un lugar, y, en consecuencia, su autonomía para cumplir y hacer cumplir las leyes en nombre de la institución que ostenta la jurisdicción, en nuestro caso el Concejo de Hervás liberado de la dependencia de la villa de Béjar. 

El rollo es, por tanto, un símbolo de jurisdicción y autoridad, de autonomía municipal y de categoría de villa; levantado por el Concejo (también por los señores del lugar en caso de un Señorío), podían servir para ubicar allí las disposiciones municipales y edictos y, en algunas ocasiones, para exposición de los condenados en los lugares en los que no existiera picota.

Como tal elemento simbólico, el rollo tenderá a hacerse de un material duradero, generalmente  piedra, ornamentado y más o menos monumental, cuya ceremonia de alzamiento era motivo de júbilo y solemnidad, para cuyo emplazamiento solía elegirse un sitio con cierto simbolismo municipal.

La aparición de los rollos es un poco más tardía que la de la picota, ya que se documentan a partir del siglo XIV. Al principio rollos y picotas debieron convivir cada uno con su función hasta que, por el desgaste del tiempo y su material constructivo, las picotas fueron desapareciendo y se aprovechó la presencia de los rollos (de piedra o de otro material menos perecedero) para unificar la función de ambos instrumentos, lo que, probablemente, se produjo a partir del siglo XV.
  
En la provincia de Cáceres la época de mayor levantamiento de rollos serán los siglos XVI-XVII, cuando la Corona, necesitada de dinero para sufragar los gastos de las numerosas guerras, hará numerosas concesiones de Villazgo. Sin embargo, puesto que muchas villas cacereñas son villas de señorío (no de realengo) y el rollo se convertía así en un símbolo de sometimiento, a lo largo de las últimas etapas del Antiguo Régimen fue creciendo la animadversión de los grupos liberales hacia los rollos. Definitivamente, las Cortes de Cádiz decretaron en 1813 la demolición de todos los rollos y picotas como forma de destrucción del régimen señorial. Esta orden supuso la demolición de numerosos rollos de la provincia cacereña, pero fue desobedecida en una gran cantidad de villas hasta que, con el paso del tiempo fueron perdiendo su valor administrativo y jurídico, aunque continuaron manteniendo su innegable valor social como lugar de encuentro simbólico de la comunidad.

Esta orden de 1813 fue desobedecida de tal forma que, pese a la prohibición, el rollo de Hervás fue levantado en 1818, poco tiempo después de que Hervás consiguiera acceder a la condición de Villa como consecuencia de la concesión del privilegio de Villazgo otorgado por Fernando VII en 1816. Es probable que el rollo de Hervás, al ser levantado en una fecha tan tardía, sea el último rollo construido en Extremadura.



A  lo largo del siglo XX, perdida su relevancia, muchos rollos fueron olvidados, agredidos, trasladados, demolidos,… hasta que en 1963 se dictó una normativa proteccionista de estos monumentos (Decreto 571/1963) que prohibía las modificaciones, demoliciones, cambios de lugar,… de éstos sin la autorización del Ministerio de Educación Nacional y se encomendaba su cuidado y conservación a los Ayuntamientos. La Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 y la diversa normativa autonómica posterior ha asegurado la perdurabilidad de estas construcciones.

La Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura emitió la Ley 2/1999 de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura en la que se indica: “Se consideran declarados Bienes de Interés Cultural por ministerio de esta Ley los castillos (…), los escudos, emblemas, piezas heráldicas, rollos de justicia, cruces de término y piezas similares de interés artístico o histórico”.  (Los árboles de piedra. Rollos y picotas de la provincia de Cáceres. Museo de Cáceres; Junta de Extremadura, 2004).



Partes de un rollo: 

Los rollos son monumentos arquitectónicos, pero también lo son artísticos. Su estructura se ha mantenido a lo largo del tiempo sin grandes variantes: una columna asentada sobre unas gradas y terminada en un remate que puede presentar mayor o menor decoración. Lo que no hay son dos rollos iguales, cada uno, en la combinación de estos elementos comunes, tiene su propia personalidad.

De una forma general, en los rollos (también en las picotas), se pueden distinguir estos de elementos comunes:

- Graderío: la parte más baja de la construcción, en contacto con el suelo. Suele ser cuadrado o circular, con un número de peldaños variable, generalmente entre 3 y 5 peldaños.

- Pedestal: es el elemento que conecta el graderío con la columna superior. Su tipología puede ser muy variada, desde las más simples formas geométricas a combinaciones de figuras geométricas complejas.

- Columna o fuste: suele ser cilíndrica, aunque puede variar en función de la época de construcción (además las hay acanaladas, poligonales, troncocónicas,...).

- Capitel: sobre la columna, suele ser el elemento más llamativo y decorado del rollo. Es frecuente que destaquen en él cuatro salientes orientados a los cuatro puntos cardinales. Junto a ellos pueden aparecer cabezas de animales o caras humanas (y, a veces -especialmente cuando el rollo está situado en una villa de señorío-, el escudo del señor de la Villa.
Este es el elemento en el que más se unen el rollo y la picota, ya que en él podían añadirse ganchos o argollas usadas para aplicar el castigo del reo en las picotas, pero que, con frecuencia, también asumieron los rollos.

- Remate: es un elemento variable, que, en ocasiones, no existe, y que puede presentar distintas formas (esfera, pirámide,...). Suele ser el elemento más transformado o peor conservado del rollo.


Respecto al emplazamiento del rollo, es frecuente que se sitúe en la plaza principal de la villa o frente a la Casa del Concejo -Ayuntamiento-, pero también puede colocarse en la entrada de la población o en un cruce de caminos. Pero es frecuente, especialmente en el último siglo, el cambio de ubicación, con lo que la ubicación actual de muchos rollos no coincide con su ubicación original (como ocurre en caso del rollo de Hervás).
  

CARACTERÍSTICAS DEL ÁRBOL DE PIEDRA DE HERVÁS.
En la provincia de Cáceres hay un total de 41 rollos-picotas, algunos de gran valor artístico (Trujillo, Moraleja,…) otros más modestos, como es el caso de nuestro rollo de Hervás que, sin embargo, tiene la particularidad de haber sido el último rollo provincial construido (y, quizá, uno de los últimos rollos construidos en el país).

Un libro publicado hace años por el Museo de Cáceres (Los árboles de piedra. Rollos y picotas de la provincia de Cáceres) hacía un análisis de todos los rollos de la provincia.

En este libro se dice lo siguiente sobre el rollo de Hervás:

Situación: El rollo de Hervás se halla en las afueras del pueblo, en la glorieta donde confluyen la calle Gabriel y Galán y la Avenida de la Provincia.
No hace muchos años el monumento estaba situado a unos 25 metros de donde permanece actualmente, y fue necesario su traslado a causa de una construcción.

Esa primitiva ubicación es la que puede observarse en algunas de las fotografía antiguas que se incluyen en esta entrada. Aunque no muy lejana a su posición actual, se acercaba más a la ermita de San Antón (y muy próxima, como se ve a la Cruz de los Caídos –de construcción mucho más tardía-), al parecer próxima a un cordel por el que transitarían ganaderos y ganado transhumante.

Descripción: Sobre tres gradas cuadradas se alza el pedestal, formado por un prisma cuadrangular con un cuarto bocel y un plinto en ambas bases; en la cara frontal aparece una inscripción muy desgastada de la que sólo pueden leerse las primeras palabras: “Se hizo esta obra siendo a…”, y en la cara de la derecha, abajo, figura el año de su construcción “DE 1818”.

Una basa compuesta por un plinto ancho y un toro, levanta el fuste cilíndrico que sostiene un capitel de igual traza que la basa, consta de un equino de forma circular y de un ábaco de forma cuadrada con los ángulos muy saledizos sobre el fuste.
El monumento es una obra de orden dórico muy sencillo y elemental.
No lleva brazos por ser tan tardío su tallado; puede ser el último rollo que se fundara en Extremadura. Además es fácil deducir que está sin terminar, ya que le falta el remate o final, que coronaría el monumento.

Reseña histórica: Desde 1396, la población formó parte del Señorío de los Zúñiga, Ducado de Béjar, hasta alcanzar el privilegio de villazgo en el año 1816, en el reinado de Fernando VII. Dos años más tarde, según Marino Barbero (en otro estudio previo sobre los rollos cacereños) se levantó el actual rollo.

Hasta aquí la descripción que hace el citado libro sobre el rollo de Hervás; pero, el libro, incluye además el siguiente dibujo:

Este dibujo, que, como se ve, incluye las medidas parciales de los distintos elementos del rollo, nos permite conocer que su altura es de 3,89 metros, de los cuales 0,80 m. corresponden al graderío, 0,90 m. al pedestal, 1,94 m. al fuste (incluyendo 0,22 m. de la basa –con sus elementos: plinto, toro…- y el capitel –del que no se incluye su medida-) y 0,25 m. del remate.

Efectivamente las inscripciones que se pueden apreciar en dos de los laterales del pedestal son hoy ilegibles. Por otra parte, no hemos encontrado en el Archivo Municipal ninguna reseña sobre la construcción del rollo (ni a quién se encargó, ni su coste, etc.), como tampoco podemos saber si, antes, se hizo un rollo provisional de madera al que el actual sustituyó.

En 1818, fecha que puede leerse en el rollo, era primer alcalde de Hervás D. Gerónimo Hernández, cuyo nombre quizá figurara en la deteriorada inscripción.



 Rollo del Bicentenario



NOTA: El texto de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS no ha sido nunca publicado. La propiedad intelectual de dicho texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro-Emilio López Calvelo). 
La reproducción total o parcial de este texto en alguna publicación o cartel deberá hacer constar con claridad su autoría, así como la referencia de la publicación en que hubiera sido previamente difundida por su autor. Su uso comercial queda supeditado a la expresa autorización del autor. 

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