EL ARBOL DE PIEDRA DE HERVÁS: EL ROLLO DE 1818
Copyright © 2017 Pedro Emilio López Calvelo
En una entrada anterior, de noviembre de 2016, que titulamos como 1
DICIEMBRE 1816: HERVÁS, VILLA DE POR SÍ Y SOBRE SÍ (http://trasuntosdehervas.blogspot.com.es/2016/11/1-diciembre-1816-villa-de-por-si-y.html)
indicamos que uno de los procesos necesarios para la posesión de Villazgo de
Hervás fue la colocación de estos signos de Villazgo, que tal como aparecen en
el Real Privilegio de Exención y Villazgo de Hervás (firmado por el rey
Fernando VII el 18 de noviembre de 1816 y posesionado en Hervás el 1 de
diciembre de ese año): Colocación de los
signos de Villazgo: Horca, Picota, Cuchillo y Argolla:
"Horca compuesta de tres Maderas y un cuchillo de hierro atravesado en
el medio en el camino que llaman El Robledo (...) y en el sitio nombrado de los
Mártires un rollo o Picota grande con cuatro ganchos de hierro y a el lado de
la Puerta de la Carnicería Pública una Argolla también de hierro, todo en señal
de posesión de la Jurisdicción concedida a esta villa por S.M."
De aquellos signos de Villazgo colocados en 1816 en Hervás sólo perdura el rollo,
al que dedicaremos esta entrada de nuestro blog.
Rollo y picota: un monumento para dos
realidades jurídicas diferentes.
En el lenguaje común, con el paso del tiempo, los términos rollo y
picota han terminado por confundirse, de forma que es habitual (incluso en
bibliografía histórica) utilizar los términos sinónimamente.
Sin embargo, si se profundiza en el análisis de una bibliografía un poco
especializada se entiende que los término picota y rollo no expresan la misma realidad jurídica y tienen un origen distinto,
aunque ambos desempeñaban una importante función
en la regulación de las conductas y en
el sistema de control social en la España (aunque también en
Portugal) medieval y moderna. El rollo y la picota eran monumentos que ejemplificaban
en las poblaciones ese sistema de control social, pero, en principio, eran
distintos monumentos (que, en ocasiones, con el paso del tiempo llegaron a
asimilarse en uno solo).
La picota es un elemento más antiguo que el rollo y tenía una
finalidad punitiva efectiva, es decir, era un instrumento colocado en
algún lugar del municipio que debía servir para infligir un castigo físico
–también moral- a los acusados de algún delito (generalmente menor): es, en
realidad, una columna de la vergüenza que, con formas varias se
extendió, realmente, por toda Europa y, tras la conquista, por América.
Las penas de exhibición en picota son muy antiguas, ya aparecen
recogidas en las Partidas de Alfonso X, en el siglo XIII, considerándose
como una pena leve destinada al castigo y deshonra de los delincuentes;
solían ser, por tanto, postes para la exposición a la vergüenza pública y
allí azotar a los malhechores (en la bibliografía antigua también consta que
allí se podía mutilar o ejecutar a condenados a penas graves -aunque no era
excesivamente frecuente, ya que solía ser más común la aplicación de la horca
para estos delitos graves-, además de exponer en ella los restos de los
ajusticiados en casos de condena a descuartizamiento y exposición).
Por lo general, las picotas eran instrumentos sencillos, construidos
en madera y sin interés artístico ni simbólico (por eso no es normal que
se hayan conservado con el tiempo y que existan pocas referencias documentales
de ellos).
El rollo es un símbolo
jurisdiccional que representa un concepto concreto: la categoría
administrativa de la localidad y el régimen al que quedaba sometida, ya que
el rollo sólo podía alzarse en aquellas localidades que adquirían la condición
de Villas. Por tanto, el rollo servía para hacer pública la condición de
Villa adquirida por un lugar, y, en consecuencia, su autonomía para cumplir
y hacer cumplir las leyes en nombre de la institución que ostenta la
jurisdicción, en nuestro caso el Concejo de Hervás liberado de la dependencia
de la villa de Béjar.
El rollo es, por tanto, un símbolo de jurisdicción y autoridad,
de autonomía municipal y de categoría de villa; levantado por el Concejo
(también por los señores del lugar en caso de un Señorío), podían servir para
ubicar allí las disposiciones municipales y edictos y, en algunas ocasiones,
para exposición de los condenados en los lugares en los que no existiera
picota.
Como tal elemento simbólico, el rollo tenderá a hacerse de un material
duradero, generalmente piedra, ornamentado
y más o menos monumental, cuya ceremonia de alzamiento era motivo de júbilo
y solemnidad, para cuyo emplazamiento solía elegirse un sitio con cierto
simbolismo municipal.
La aparición de los rollos es un poco más tardía que la de la picota,
ya que se documentan a partir del siglo XIV. Al principio rollos y
picotas debieron convivir cada uno con su función hasta que, por el desgaste
del tiempo y su material constructivo, las picotas fueron desapareciendo
y se aprovechó la presencia de los rollos (de piedra o de otro material
menos perecedero) para unificar la función de ambos instrumentos, lo que,
probablemente, se produjo a partir del siglo XV.
En la provincia de Cáceres la época de mayor levantamiento de
rollos serán los siglos XVI-XVII, cuando la Corona, necesitada de dinero
para sufragar los gastos de las numerosas guerras, hará numerosas concesiones
de Villazgo. Sin embargo, puesto que muchas villas cacereñas son villas de
señorío (no de realengo) y el rollo se convertía así en un símbolo de
sometimiento, a lo largo de las últimas etapas del Antiguo Régimen fue
creciendo la animadversión de los grupos liberales hacia los rollos.
Definitivamente, las Cortes de Cádiz decretaron en 1813 la demolición
de todos los rollos y picotas como forma de destrucción del régimen señorial.
Esta orden supuso la demolición de numerosos rollos de la provincia cacereña,
pero fue desobedecida en una gran cantidad de villas hasta que, con el
paso del tiempo fueron perdiendo su valor administrativo y jurídico, aunque
continuaron manteniendo su innegable valor social como lugar de encuentro
simbólico de la comunidad.
Esta orden de 1813 fue desobedecida de tal forma que, pese a la
prohibición, el rollo de Hervás fue levantado en 1818, poco tiempo
después de que Hervás consiguiera acceder a la condición de Villa como consecuencia
de la concesión del privilegio de Villazgo otorgado por Fernando VII en 1816. Es
probable que el rollo de Hervás, al ser levantado en una fecha tan
tardía, sea el último rollo construido en Extremadura.
A lo largo
del siglo XX, perdida su relevancia, muchos rollos fueron olvidados,
agredidos, trasladados, demolidos,… hasta que en 1963 se dictó una normativa
proteccionista de estos monumentos (Decreto 571/1963) que prohibía
las modificaciones, demoliciones, cambios de lugar,… de éstos sin la
autorización del Ministerio de Educación Nacional y se encomendaba su cuidado y
conservación a los Ayuntamientos. La Ley de Patrimonio Histórico Español de
1985 y la diversa normativa autonómica posterior ha asegurado la
perdurabilidad de estas construcciones.
La Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura emitió la Ley 2/1999
de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura en la que se indica: “Se consideran declarados Bienes de
Interés Cultural por ministerio de esta Ley los castillos (…), los escudos,
emblemas, piezas heráldicas, rollos de justicia, cruces de término y
piezas similares de interés artístico o histórico”. (Los
árboles de piedra. Rollos y picotas de la provincia de Cáceres. Museo de
Cáceres; Junta de Extremadura, 2004).
Partes de un rollo:
Los rollos son monumentos
arquitectónicos, pero también lo son artísticos. Su estructura
se ha mantenido a lo largo del tiempo sin grandes variantes: una columna
asentada sobre unas gradas y terminada en un remate que puede presentar mayor o
menor decoración. Lo que no hay son dos rollos iguales, cada uno, en la
combinación de estos elementos comunes, tiene su propia personalidad.
De una forma general, en los rollos (también en las picotas), se pueden
distinguir estos de elementos comunes:
- Graderío: la parte más baja de la construcción, en contacto con el suelo. Suele ser
cuadrado o circular, con un número de peldaños variable, generalmente entre 3 y
5 peldaños.
- Pedestal: es el elemento que conecta el graderío con la columna superior. Su
tipología puede ser muy variada, desde las más simples formas geométricas a
combinaciones de figuras geométricas complejas.
- Columna o fuste: suele ser cilíndrica,
aunque puede variar en función de la época de construcción (además las hay
acanaladas, poligonales, troncocónicas,...).
- Capitel: sobre la columna, suele ser el elemento más llamativo y decorado del
rollo. Es frecuente que destaquen en él cuatro salientes orientados a los
cuatro puntos cardinales. Junto a ellos pueden aparecer cabezas de animales o
caras humanas (y, a veces -especialmente cuando el rollo está situado en una
villa de señorío-, el escudo del señor de la Villa.
Este es el elemento en el que más se unen el rollo y la picota, ya que en él
podían añadirse ganchos o argollas usadas para aplicar el castigo del reo en
las picotas, pero que, con frecuencia, también asumieron los rollos.
- Remate: es un elemento variable, que, en ocasiones, no existe, y que puede
presentar distintas formas (esfera, pirámide,...). Suele ser el elemento más
transformado o peor conservado del rollo.
Respecto al emplazamiento del rollo, es frecuente que se sitúe en la
plaza principal de la villa o frente a la Casa del Concejo
-Ayuntamiento-, pero también puede colocarse en la entrada de la población
o en un cruce de caminos. Pero es frecuente,
especialmente en el último siglo, el cambio de ubicación, con lo que la
ubicación actual de muchos rollos no coincide con su ubicación original (como
ocurre en caso del rollo de Hervás).
CARACTERÍSTICAS DEL ÁRBOL DE PIEDRA DE HERVÁS.
En la provincia de Cáceres hay un total de 41 rollos-picotas,
algunos de gran valor artístico (Trujillo, Moraleja,…) otros más modestos, como
es el caso de nuestro rollo de Hervás que, sin embargo, tiene la
particularidad de haber sido el último rollo provincial construido (y,
quizá, uno de los últimos rollos construidos en el país).
Un libro publicado hace años por el Museo de Cáceres (Los árboles de piedra. Rollos y picotas de
la provincia de Cáceres) hacía un análisis de todos los rollos de la
provincia.
En este libro se dice lo siguiente sobre el rollo de Hervás:
Situación: El rollo de Hervás
se halla en las afueras del pueblo, en la glorieta donde confluyen la calle Gabriel
y Galán y la Avenida de la Provincia.
No hace muchos años el monumento estaba situado a unos 25 metros de donde
permanece actualmente, y fue necesario su traslado a causa de una construcción.
Esa primitiva ubicación es la que puede observarse en algunas de las
fotografía antiguas que se incluyen en esta entrada. Aunque no muy lejana a su
posición actual, se acercaba más a la ermita de San Antón (y muy próxima, como
se ve a la Cruz de los Caídos –de construcción mucho más tardía-), al parecer próxima
a un cordel por el que transitarían ganaderos y ganado transhumante.
Descripción: Sobre tres gradas
cuadradas se alza el pedestal, formado por un prisma cuadrangular con un cuarto
bocel y un plinto en ambas bases; en la cara frontal aparece una inscripción
muy desgastada de la que sólo pueden leerse las primeras palabras: “Se hizo esta obra siendo a…”, y en la
cara de la derecha, abajo, figura el año de su construcción “DE 1818”.
Una basa compuesta por un plinto ancho y un toro, levanta el fuste cilíndrico
que sostiene un capitel de igual traza que la basa, consta de un equino de
forma circular y de un ábaco de forma cuadrada con los ángulos muy saledizos
sobre el fuste.
El monumento es una obra de orden dórico muy sencillo y elemental.
No lleva brazos por ser tan tardío su tallado; puede ser el último rollo
que se fundara en Extremadura. Además es fácil deducir que está sin terminar,
ya que le falta el remate o final, que coronaría el monumento.
Reseña histórica: Desde 1396, la
población formó parte del Señorío de los Zúñiga, Ducado de Béjar, hasta
alcanzar el privilegio de villazgo en el año 1816, en el reinado de Fernando
VII. Dos años más tarde, según Marino Barbero (en otro estudio previo sobre los rollos
cacereños) se levantó el actual rollo.
Hasta aquí la descripción que hace el citado libro sobre el rollo de
Hervás; pero, el libro, incluye además el siguiente dibujo:
Este dibujo, que, como se ve, incluye las medidas parciales de los
distintos elementos del rollo, nos permite conocer que su altura es de 3,89 metros, de los cuales 0,80 m.
corresponden al graderío, 0,90 m. al pedestal, 1,94 m. al fuste (incluyendo
0,22 m. de la basa –con sus elementos: plinto, toro…- y el capitel –del que no
se incluye su medida-) y 0,25 m. del remate.
Efectivamente las inscripciones
que se pueden apreciar en dos de los laterales del pedestal son hoy ilegibles.
Por otra parte, no hemos encontrado en el Archivo Municipal ninguna reseña sobre la construcción del
rollo (ni a quién se encargó, ni su coste, etc.), como tampoco podemos
saber si, antes, se hizo un rollo provisional de madera al que el actual
sustituyó.
En 1818, fecha que puede leerse en el rollo, era primer alcalde de Hervás
D. Gerónimo Hernández, cuyo nombre quizá figurara en la deteriorada inscripción.
Rollo del Bicentenario
NOTA: El texto de esta entrada en el
blog TRASUNTOS DE HERVÁS no ha sido nunca publicado. La propiedad intelectual
de dicho texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro-Emilio López
Calvelo).
La reproducción total o parcial de este texto en alguna publicación o cartel deberá hacer constar con claridad su autoría, así como la referencia de la publicación en que hubiera sido previamente difundida por su autor. Su uso comercial queda supeditado a la expresa autorización del autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario