Poco más de un mes después, el día 16 de marzo tenemos otro ejemplo claro de la entidad de esta situación de crisis: reunidos, bajo la presidencia de los dos Alcaldes (Feliz Gómez Albín y Gil Hernández de Madrid) los "individuos que componen el ayuntamiento de esta, reunidos a fin de tratar y conferenciar el mejor servicio de ambas Magestades y bien de esta Villa, cerciorados de las commociones públicas que a habido en esta repetidas varias veces en el espacio de seis días relativas a que se baxen los precios a las especies estancadas habiendo premeditado este caso con mayor interés del público acordaron el rebajo de los precios de las dichas especies y para hacerlo con mayor equidad así en beneficio público como de los Abastecedores nombraron peritos inteligentes a Francisco Pérez y Sebastián Lanzos, vecinos de esta, personas de toda providad, y habiendo comparecido éstos antes dichos señores, discutido el caso acordaron bajar a la especie de Aceite en quartillo siete quartos; a la de Carne en libra dos quartos; A la de vino en quartillo un cuarto; Y a la de Vinagre en quartillo dos maravedises; deduciendo y rebajando por esta causa al Abastecedor del Aceite dos mil quinientos veinte reales del tributo; al de carnes tres mil setecientos cinquenta reales; Al del Vinagre trescientos reales. Y al del Vino cinco mil quarenta y cinco reales. En cuyos términos creen quedar compensadas las deduciones sin perjuicio de parte. Lo que hará saber al público para su inteligencia y tranquilidad..."
De este acta deducimos que debieron producirse en la población de Hervás algún tipo de revuelta popular -motines- (las commociones públicas del acta) en demanda de rebajas en el precio de algunos productos básicos y, tras nombrar un par de peritos intermediarios, se decidió, en efecto, una rebaja de precio de productos básicos, en concreto, como se cita en el acta:
En compensación, como se aprecia, se hace una rebaja a los abastecedores (eran concesiones anuales) en el pago de sus comisiones al Ayuntamiento -de diferente entidad según la importancia del producto: apréciese, como curiosidad, que la mayor rebaja se le hace al abastecedor de vino-.
Muy pocos días después nos encontramos nuevas evidencias del estado de alteración global que afectaba a la población de Hervás de la que se dice que se encuentra en estado de infelicidad. Otro acuerdo de ayuntamiento del día 2 de abril nos informa de que se reunieron "a fin de tratar y conferenciar sobre el bien común de este vecindario, acordaron que en atención a la infelicidad en que se halla este becindario y serle casi imposible el que page el gran cupo de contribución que le está impuesta en atrasos que tiene [...]". En esta reunión se acordó nombrar dos representantes municipales (los señores Antonio Martín Asensio y José Sánchez Zúñiga) para solicitar al Intendente de Hacienda una demora en los pagos de las cuotas que se adeudan -"quarenta mil y más reales"- "tan sorbitante que paga de contribución, aciendo presente la pérdida de frutos que se sufrió en el año pasado de mil ochocientos diez y siete" (como vemos, se cita brevemente, de la crisis agrícola de 1817).
Pero, además de crisis económica, había importantes problemas sociales relacionados con las circunstancias de inseguridad política de la época: recordemos que, tras el levantamiento del coronel Riego el 1de enero de 1920, el rey Fernando VII se vio obligado a aceptar, en marzo, una monarquía constitucional, convocando elecciones y restaurando parte de las reformas liberales de la Constitución de 1812. Una de las medidas adoptadas en los meses siguientes fue la creación de una Milicia Nacional, cuerpo de seguridad formado por voluntarios urbanos -en general clases medias-, con la finalidad de defender las reformas constitucionales y de garantizar el orden en las poblaciones.
Como podemos apreciar la idea de las dos Españas ya estaba claramente presente hace dos siglos: por un lado la defensora a ultranza de los valores representados por la monarquía absolutista; por el otro, la defensora de valores liberales consensuados en la Constitución liberal de 1812.
El pueblo de Hervás no fue ajeno a estos tiempos de inquietud política y social. Y así, en el acta de Ayuntamiento de 13 de septiembre de 1820 puede leerse que "haviendo tratado y conferenciado entre sí sobre poner medios para protejer la propiedad y derechos de todos los vecinos, los quales se hallan profanados particularmente de noche por barios malechores, según barias quejas dadas: Acordaron: Que se forme diariamente una patrulla por vecinos honrados asociados por un individuo de justicia que celen desde la hora de la queda hasta la amanecer, para evitar los escesos ocurridos y guardar la propiedad y derechos de todo vecino, lo que se les hará saber por medio de edicto que se fijará en los sitios acostumbrados".
Como decíamos arriba, el municipio de Hervás no fue ajeno a todos estos problemas de esta etapa tan conflictiva de la vida de nuestro país y las autoridades municipales tuvieron trabajo a lo largo del año para tratar de poner remedio a cada uno de los problemas económicos y sociales que surgían.
Aún hemos encontrado una última referencia a estos problemas que nos habla de la misma inseguridad ciudadana, ya que menciona el robo de ganados y, probablemente, venta fraudulenta de carne. Se trata del acta del día 31 de diciembre de 1820 en la que reunidos en las Casas Consistoriales todos los miembros del Ayuntamiento para tratar "sobre el vien común [...] Acordaron que para evitar se mate y consuma carne perjudicial y evitar robos de ganado se reconozca toda la carne que se mate, en la Casa Carnicería de esta Villa a las horas en tiempo de inbierno a las dos de la tarde, y en tiempo de berano a las tres, sellandose en las piernas la que deba venderse, siendo de obligacion al vendedor custodiar el sitio del sello para hacer costar hallarse reconocida; pagando por cada vez que se sellarase dos reales; asi mismo se ara saber que si alguno quisiere vender la carne en la Casa Carnicería ha de pagar dos reales por cada res menor y dos por cada mayor [...]"
Como vemos y dijimos al principio, el año 1820 no fue un año fácil para la comunidad de los habitantes de Hervás...y la situación no mejoró en los años siguientes: sabemos que en 1823 Juan Martín, El Empecinado, con su grupo (famoso guerrillero que consiguió notables victorias contra los franceses en la Guerra de la Independencia, pero que, después, adherido a la causa liberal, fue perseguido por Fernando VII) pasó por Hervás en su huída hacia Portugal, apresó a varios vecinos hervasenses y, probablemente, vació las arcas municipales.
Todavía en 1826 se está hablando de la "orden de desaucio en que se halla la villa"; en 1827 se menciona "el apuro en que se halla este pueblo [...] por la cantidad de Cinquenta y nuebe mil reales que a deudan por la gracia del Villazgo"... y aun en los años cuarenta se habla de los pagos de contribuciones antiguas y de las dificultades del municipio para pagar créditos.
Sólo pretendíamos con esta entrada, como dijimos, hacer ver que las crisis -económicas, sociales,...- son poco menos que consustanciales con nuestra especie, y mandar, en la medida de lo posible, el mensaje optimista de que "de todo se sale". Saludos encerrados.
PD: Los textos entrecomillados de esta entrada proceden del Archivo Municipal de Hervás (Libros de Actas de acuerdos municipales). Agradecemos al Ayuntamiento de Hervás la autorización para su consulta.
Nota: El texto de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS no ha sido nunca publicado.
La propiedad intelectual de dicho texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro Emilio López Calvelo).
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