Trasuntaremos en esta entrada el minucioso texto de González Alderete en 1926 y ello nos permitirá establecer las comparaciones (diferencias/similitudes) en la celebración de las Fiestas del Cristo con casi 100 años de diferencia.
"Días de tráfago incesante, áureas brisas otoñales al despertar de los primeros rayos de sol, barruntos de emociones en todo corazón juvenil; la alegre diana que interpreta la Municipal que dirige el señor Hurtado, desespereza al vecindario que diligente prepara sus mejores galas para ataviarse con el mayor decoro: son las fiestas del Santísimo Cristo de la Salud, patrón de la ciudad; las campanas de San Juan, con su clamor altanero, indican el comienzo de las fiestas religiosas; infinidad de cohetes y bengalas surcan el espacio inundando el ambiente de alegría pueblerina; salimos a la plaza del Relator (hoy La Corredera); está imponente; por la Avenida de Braulio Navas no se puede dar un paso; los coches de alquiler son asaltados por el público, impaciente por dirigirse al Castañar Gallego; varios los toman en el Robledo (pistola en mano).
El polvillo arcilloso de la carretera penetra por todas partes del cuerpo, las bocinas y claxons atruenan incesantemente los confines del extrarradio, y en más de una vez asustan al paciente cuadrúpedo pidiendo paso a la moderna civilización; presurosos en subir, tomamos el coche del Sevillano, quien protesta inútilmente.
En el Castañar es todo animación bullanguera, júbilo y esplendor; al penetrar en el Santuario, un ramillete de bonitas nenas nos prende junto al corazón (previo donativo) la medallita del Cristo adornada por el artístico lazo de nacional color; la Ermita vése al momento llena de fieles; un grupo de jóvenes lindas canta la misa de Perossi, dirigida por el eminente profesor maestro de Capilla de la Catedral salmantina don Gerardo M. Peña, tocada por su señor hermano don Ángel y don Luis Valdés con armoniosa perfección.
Ocupa la sagrada cátedra el muy ilustre deán de la S.I.C. de Plasencia, quien con voz velada por la emoción al ver la fe demostrada por la presencia del pueblo en masa, ensalza las glorias milagrosas del santísimo Cristo, exhortando a todos continúen perseverando con el mismo entusiasmo para recibir su bendita protección; los siguientes días predicó el muy ilustre señor magistral de la catedral de Salamanca, versando sobre el amor mutuo entre padres e hijos, teniendo al público pendiente de su palabra divina, por lo que mereció unánimes elogios, gustando mucho.
Por las tardes durante los tres días, celebráronse las novilladas de costumbre y eran de ver los veinticinco automóviles particulares ocupados por la flor y nata de la aristocracia hervasense, ataviada con clásicos mantones de manila, rosas y claveles; lidiáronse dos novillos toros cada día de la acreditada ganadería que fue de don Andrés Sánchez de Buenabarba, del campo salmantino, corriendo su muerte a cargo del prestigioso diestro madrileño José María Vizcaino, tan popular en la plaza de Vista Alegre, donde se cubrió de gloria repetidas veces, portándose bien en las suertes de capa y matando, y un poco deficiente con la muleta, debido a su nervioso temperamento y desconocimiento de la psicología del público, que sólo elogia faenas de efecto sin preparación artística (salvo excepciones honrosas). El sobresaliente novillero "Orengo", tuvo buenos lances de capa y poniendo banderillas, el diestro "Facultades" y Jonás. Hoy lidiose un novillito por el Niño de Mérida, de la ganadería que fue de Terrones; resultó bien, resaltando un par de banderillas de un expontáneo que fue muy aplaudido.
Los bailes de "La Amistad" y "Obrero", resultaron colosales, el Cine muy concurrido y el Teatro lleno, debido a la actuación de la Banda y éxitos obtenidos por la compañía que dirige don Luis Oliver, quienes representaron "Tierra Baja", "La Real Gana" y "Los Primos", en las distintas funciones las distintas funciones dadas en el salón de Pérez Martín.
Admiración plausible merecen todas las autoridades por el celo desplegado para evitar alteraciones de orden público tan corrientes otros años; las chicas que postularon imponiendo medallas con el fin de aumentar las reservas de la congregación y las señoras y el Ayuntamiento que no regatearon esfuerzo alguno para la mayor lucidez de los festejos".
Hasta aquí la crónica de las fiestas de 1926.
Hemos encontrado otra referencia en prensa respecto de los espectáculos taurinos en Hervás de 1926, una breve nota aparecida en la revista taurina La Reclam Taurina de Valencia en la que se elogia al novillero José María Vizcaino.
Sin embargo, no hemos tenido la fortuna de encontrar, en el Archivo Municipal, documentación de estos festejos, pero sí hemos encontrado una interesante documentación de los festejos de 1925, un año antes a la crónica anterior: se trata de los contratos de festejos taurinos de ese año (contratos entre el Alcalde de Hervas -que actuaba como empresario taurino- y el matador que actuó en 1925 y entre el mismo Alcalde y el ganadero que proporcionó los novillos para los festejos).
Estos contratos están acompañados del cartel anunciador de los festejos de 1925:
(Apréciese como curiosidad que, en la parte baja del cartel taurino, se añade la información referente a las celebraciones religiosas).
El primero de los contratos lo realizan el Alcalde-Empresario de la Plaza de Toros (D. Francisco Sánchez Peña) con el matador Ángel Martín (Zapaterito II): entre las diferentes clausulas del contrato hay una que nos informa de lo que va a cobrar el matador ("950 pesetas por su trabajo y el de su cuadrilla, compuesta de espada, 3 banderilleros, un puntillero y uno de éstos hará de sobresaliente de espada"):
También se protocolizaba un pliego de condiciones para la venta de la carne de los toros lidiados y muertos durante las tres tardes. En las clausulas se indicaba, incluso, los precios a los que podían venderse estas carnes de toro de lidia.
Acabaremos la entrada insertando algunos de los anuncios de comerciantes y fabricantes locales que aparecen en el revés del cartel de toros de 1925, alguno de los cuales ha permanecido abierto hasta no hace demasiados años.
Nota: El texto de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS no ha sido nunca publicado.
La propiedad intelectual de dicho texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro Emilio López Calvelo).
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